Es dificil imaginar qué más podría haberse torcido (o roto) en la celebración del Pi de Pollença de este miércoles. La fiesta se ha vivido con una serie de incidentes que han hecho de la edición de este 2018 algo nunca visto y a buen seguro recordado en años venideros.
Algunos vecinos ya estaban molestos por la decisión que quitar el gallo vivo que corona el pino en una cesta. La comida de Ternellas se convirtió en un anodino picnic frio ante la prohibición del Govern de encender fuego. La bajada del pino a Pollença empezó mal y acabó peor. El carro volcó dentro del pueblo y causó varios contusionados. El pino tuvo que ser arrastrado pero con sus 22 metros era demasiado largo y al forzarlo para entrar en la Plaça Vella se partió. Hirió a dos jóvenes que fueron evacuados al hospital de Inca y cuyo estado no reviste gravedad.
Finalmente se irguió un pino mutilado que no por pequeño pudo ser coronado por los jóvenes. Al final, pasado la una de la mañana, lo consiguió Joan Vanrell. Todo ello pudo verse en directo por IB3. La retransmisión se alargó más de lo esperado, lo que dio al traste con el largamente anunciado estreno de la serie de ficción En Vida Plena, un enredo de obispos, faldas y monjas.