El sanguinario y brutal atentado terrorista perpetrado ayer en París contra el semanario satírico Charlie Hebdo, que ha costado la vida a 12 personas y ha dejado heridas a otras 11, ha conmocionado a toda Francia y al periodismo de todo el mundo. Se trata, como afirmó el presidente de la República Francesa François Hollande, de una tragedia nacional de enorme magnitud no solo por el número de fallecidos y por las violentas circunstancias del suceso, sino también porque estamos ante un ataque a los valores democráticos del país y de toda Europa, entre los que se cuenta la Liberta de Expresión, la Libertad de Prensa y por supuesto, el derecho a la vida.
Francia, cuna de la Ilustración y del Liberalismo, que ha hecho de la laicidad del Estado y de la total separación entre el Estado y las diversas confesiones un rasgo definitorio de su modelo de sociedad, acaba de sufrir una de las agresiones terroristas más graves de las últimas décadas. Los supuestos autores, según las primeras informaciones, parecen haber actuado por venganza contra la publicación que difundió caricaturas del profeta de la religión musulmana Mahoma en 2006 y que ya había sido víctima de amenazas y ataques por parte de islamistas radicales. De hecho, según informó el Fiscal General del Estado, mientras los atacantes fuertemente armados irrumpían en la redacción de Charlie Hebdo y disparaban contra los periodistas y empleados del semanario, profirieron gritos de "¡Alá es grande!"
Hay que manifestar nuestra más enérgica condena por este vil y criminal acto de terrorismo. Debemos trasladar nuestras condolencias a los familiares, amigos y compañeros de los fallecidos y nuestros deseos de una pronta y total recuperación para los heridos. Y el deseo de que las Fuerzas de Seguridad capturen pronto a los autores de esta barbarie y los pongan a disposición de la Justicia para que paguen por lo que han hecho.
Hay circunstancias y ámbitos muy concretos, también lugares, donde la práctica del periodismo es un ejercicio de un valor inmenso, casi una heroicidad. Desde
mallorcadiario.com queremos rendir un homenaje a todos los periodistas que por el mero hecho de serlo son víctimas de amenazas, coacciones, intimidación y violencia de todo tipo. El ataque a cada informador es un ataque directo a todos los periodistas en su conjunto y al modelo de sociedad libre, plural y democrática que todos defendemos. No podemos aceptar que criminales totalitarios, con la excusa de la defensa de una religión, ya sea el Islam o cualquier otra tomada como excusa para eliminar a todo el que no acepte sus imposiciones, acaben con nuestros valores y con nuestra sociedad. No lo conseguirán porque el odio y el fanatismo no vencerá nunca, por más dolor que cause. No lograrán doblegar a los demócratas que creemos en la Libertad de Prensa y ejercemos este derecho fundamental con pasión y vocación.