Temporada turística y beneficio común

Todos los agentes del sector turístico en Baleares califican de buena la temporada que acabará en poco más de una semana, con ocupaciones por encima de las de años anteriores. En este tramo final, la planta hotelera de Mallorca concluirá octubre con una ocupación media del 75 por ciento, según datos de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM). La meteorología ha acompañado y las reservas de último minuto han sido determinantes.

Se prevé que el 60 por ciento de los hoteles de la isla irá cerrando hasta el finales de octubre, un 20 por ciento lo hará escalonadamente en noviembre y el otro 20 por ciento de los establecimientos se mantendrán abiertos todo el año, según datos expuestos por la presidenta de la FEHM, María Frontera, la semana pasada. La cifra de los hoteles abiertos todo el año es especialmente buena, teniendo en cuenta que hasta hace cuatro años los establecimientos que no cerraban no superaban el 10 por ciento de la planta.

La tan deseada desestacionalización, por tanto, estaría en vías de ir consolidándose, como también lo demuestra que el 60 por ciento de los hoteles de Mallorca ya estaban abiertos en marzo y se espera que en 2024 algunas aperturas se avancen, incluso, unas fechas respecto a este año. Palma se erige, sobre todo, como un destino singular que permanece abierto todo el año, con una oferta gastronómica, cultural, de ocio y de compras más que notable.

La tendencia, pues, va en la buena dirección, lo que redundará en un beneficio para el común de la sociedad, si bien no siempre unos excepcionales datos de ocupación como los actuales se traducen automáticamente en unas espectaculares rentabilidades empresariales. Inflación y cumplimiento de compromisos sociales limitan esta rentabilidad, lo que no debe perderse de vista. En todo caso, sin embargo, la generación de recursos debe seguir siendo el objetivo colectivo que permita seguir avanzando a todos los actores que conforman nuestra economía.