Una vez más nos están contando una gran mentira que no convence a los que, en este confinamiento, hemos tenido que teletrabajar con niños en casa.
España, por sus características no es un país preparado para el teletrabajo y mucho menos ahora que se ha implantado de una manera forzosa y sin ningún tipo de preparación.
Está claro que nuestros dirigentes no tienen que realizar sus tareas, haciendo los deberes con sus hijos, a la vez que guisan, o de lo contrario no lo verían una solución tan fantástica para todo el mundo.
Las mujeres en este confinamiento, también van a salir perjudicadas, ya que han tenido que seguir trabajando, mientras cuidaban de los suyos y realizaban las tareas domésticas.
Si ahora nuestro gobierno pretende convertir esta nueva realidad en una forma fantástica de realizar el trabajo profesional, se está equivocando, porque con los niños en casa, no se puede realizar un trabajo eficaz por varias razones.
Para empezar, la desconexión entre vida personal y vida laboral no se realizará y las funciones laborales, tampoco se realizarán correctamente.
Está comprobado que gran parte de la población española, no está preparada para este tipo de trabajo, en condiciones normales, ya que no somos un país excesivamente estricto a la hora de trabajar y no sabemos llevar las directrices que son necesarias para poder trabajar desde casa.
En mi caso, he realizado teletrabajo desde el comienzo de mi carrera profesional durante muchas etapas de mi vida, en algunas ocasiones dividiendo 3 días de trabajo en casa y dos o 3 fuera y les aseguro que, cuando contaba a mis compañeros mi manera de realizarlo, la respuesta de todos era, « yo sería incapaz de hacerlo ».
Se requiere ser estricto, tener una fantástica gestión del tiempo, no tener agentes externos que te distraigan y tener una metodología de trabajo constante y disciplinada y no nos engañemos, la disciplina no es una característica muy española en el mundo profesional.
Es cierto que en algunos casos de autónomos, pequeños empresarios y personal directivo de alto nivel, si hemos sido capaces de realizar el trabajo desde casa, hoteles o incluso desde un avión, tren o cualquier lugar donde podíamos abrir nuestro portátil, no obstante de ahí a hacerlo a diario, sin salir de casa, siempre ha habido un mundo.
También es verdad que algunas profesiones, cómo pueden ser las tecnológicas, están más preparadas para realizarlo, no obstante, si lo tienen que hacer en un medio domésticos, rodeados de niños o agentes externos que distorsionen su trabajo, al igual que el resto, no lo podrán hacer bien.
Además se ha comprobado que la mayor parte de personas rinden menos si tienen que estar mucho tiempo haciéndolo, porque se cansan y no tienen herramientas suficientes para gestionarlo.
Por tanto, antes de enviar a todo un país a teletrabajar, nuestros políticos deberían de pensar en enseñar a la personas a hacerlo y sobretodo, que van a hacer con los niños, que es prioritario que vuelvan al colegio o no se podrá tele-trabajar, ni seguir avanzando.
Será otra de esas grandes mentiras que, una vez más, pagaremos el pato los empresarios, teniendo que asumir salarios a trabajadores que no realizan sus funciones correctamente.
Empecemos por normalizar la educación en este país, si hay que poner más profesores en un mayor número de aulas por curso, que se haga y que nuestro gobierno invierta ahí, porque no podemos olvidar que ellos serán los que sacarán en un futuro no muy lejano, a este país hacia adelante, ¿cómo van a tele estudiar si los profesores no saben dar las clases on Line?.
Algo que puede ser una relativa solución para algunos puestos de trabajo, cómo siempre, tendrá que comenzar por la formación de las personas que tienen que realizarlo, o simplemente perderán los de siempre, los empresarios que tendrán que pagar a trabajadores que no rinden y las mujeres que, en gran número, se tendrán que quedar en casa porque serán despedidas por no realizar bien sus funciones.
Y si, siento hablar de las mujeres, porque en la mayoría de los hogares serán ellas las que asumirán la responsabilidad de la crianza de sus hijos.
Empiecen la casa por la base o se derrumbará nada más comenzarla.