La presidenta de Ben Amics, Tatiana Casado (Palma, 1985), ocupa el cargo desde noviembre de 2019. Diplomada en Trabajo Social y doctora en Psicología, actualmente es docente en la UIB, en el departamento de Filosofía y Trabajo Social, en donde es vicedecana y jefa de estudios. A lo largo de la entrevista, Casado se pronuncia sobre la reciente polémica que hubo en el Ajuntament de Palma en torno a la organización de la 'Palma Pride Week', que concluyó con la destitución de la edil de Justicia Social, Feminismo y LGTBI, Sonia Vivas, de Unidas Podemos, y la cancelación del citado evento por parte del alcalde de Ciutat, el socialista José Hila. Cabe recordar que Ben Amics valoró de forma positiva ambas decisiones.
El hecho de que Sonia Vivas sea lesbiana, ¿les hizo concebir esperanzas en 2019 de que entendería mejor la realidad LGTBI?
En un primer momento, sí, pues a priori es lógico pensar que una persona que pertenece al colectivo va a entender mejor las necesidades y los sentires del colectivo LGTBI que alguien que sea ajeno a esta realidad. Ello no significa que la persona que en un determinado momento vaya a gestionar Justicia Social, Feminismo y LGTBI tenga que ser LGTBI para hacer un buen trabajo. En el Ajuntament de Palma han ocupado responsabilidades en esa área personas que no son del colectivo y que nos han apoyado en la realización de actividades a lo largo de todos estos años.
¿Cómo era la relación entre Ben Amics y Sonia Vivas antes de la polémica por la 'Palma Pride Week'?
Inicialmente, cuando Sonia Vivas accedió al cargo, había una buena relación. También hubo entonces muchas promesas de actividades que íbamos a poder desarrollar de manera conjunta, unas actividades que de alguna manera podrían impulsar esas políticas LGTBI que la ciudad de Palma se merece, pero ya en los primeros meses empezaron las primeras diferencias con Vivas.
¿Cuáles fueron esas diferencias?
Cuando empezó el confinamiento, en marzo de 2020, ya tuvimos algunas dificultades de atención a personas LGTBI que se habían quedado en situación de calle, pues la concejalía de Vivas no tenía respuesta para estas situaciones. Con posterioridad, la regidora anunció la cancelación del Orgullo LGTBI de Palma de aquel año. Ahí se inició ya un primer gran conflicto, porque el Orgullo es de las calles, no de las instituciones. Luego, en octubre, hubo también dificultades para la organización del Octubre Trans.
"A pesar de la mayor apertura social han aumentado las agresiones LGTBIfóbicas"
¿Y en 2021?
El año pasado continuaron los problemas, por ejemplo con el Día de la Visibilidad Lésbica —que se celebra cada 26 de abril—. Poco después, Vivas decidió que el presupuesto que iba a destinar al Orgullo LGTBI lo destinaría a las víctimas de violencia de género.
¿Qué pasó exactamente hace unas semanas con la organización del Orgullo de este año?
Este año, Vivas decidió de manera unilateral realizar un desfile con comparsas, convocando para ello a una serie de empresas. Sin embargo, la cosa no acabó de funcionar con dichas empresas. Nosotros, por nuestra parte, exigimos apoyo para nuestra verbena. Poco después, se nos dijo desde la concejalía que se nos iba a dar apoyo en la manifestación y en la verbena, pero luego llegó la primera rueda de prensa de Kristin Hansen —fundadora de Ella Global Community y organizadora de la 'Palma Pride Week'—, quien dijo que asumía la organización del "primer" Orgullo en Palma, cosa que era absolutamente falsa, pues Ben Amics lleva 25 años haciendo el Orgullo en Palma.
¿Qué es lo que más les molestó de la organización de la 'Palma Pride Week'?
Yo diría que fue un poco todo, en el sentido de que, en primer lugar, creemos que la concejalía de Justicia Social, Feminismo y LGTBI debe ponerse al servicio de las entidades, para que sean las entidades las que decidan junto con la ciudadanía qué es lo que se va a realizar y de qué manera. Y luego, en cualquier caso, las empresas se han de poner al servicio de la ciudadanía, de las entidades y del consistorio para hacer que eso suceda.
Entiendo, sí...
Para nosotras, empezar la casa por el tejado, obviando la trayectoria de Ben Amics, nos pareció ofensivo e inadmisible. Y tener encima las santas narices de decir que iba a ser el "primer" Orgullo de Palma, era pretender cargarte la historia del colectivo LGTBI y de la lucha de los derechos del colectivo LGTBI en este municipio. En ese sentido, consideramos muy grave que se desdeñase de esta manera el buen hacer de una entidad que tiene una trayectoria técnica incontestable. Nuestras actividades previas nos avalan.
"La nueva 'ley trans' es un gran avance, pues supone el derecho efectivo a la autodeterminación de género de las personas trans"
¿Consideraron, por tanto, correcta la decisión del alcalde de destituir a la edil?
Sí, efectivamente. De hecho, tardamos en sacar nuestro comunicado porque éramos conscientes de la delicada situación que había a nivel de gobierno municipal. La posibilidad de que Vivas se quedase el acta era un riesgo muy real en aquel momento, lo que habría supuesto que el gobierno municipal quedara en una situación de minoría, en la que sería complicado trabajar. Mucha gente me preguntó por qué esperamos tanto a sacar nuestro comunicado y la respuesta fue que lo hicimos por responsabilidad, pues considerábamos que no teníamos que ir a encender el debate, sino a poner soluciones.
¿Cómo valora Ben Amics las políticas LGTBI del Govern?
En estos últimos meses, en especial, se han dado pasos hacia adelante. Así, ha habido una línea de subvenciones en el Govern a cargo del Servicio de Coordinación y Atención a la Diversidad Sexual y de Género, dirigido por Lena Castells, que es una activista muy potente y que ha luchado mucho por los derechos del colectivo, algo que ahora sigue haciendo desde la Administración Pública. Consideramos que todas tenemos que poder sumar, y así como queremos un empresariado LGTBI fuerte, también necesitamos gente en las instituciones que apueste por el trabajo de las entidades. En ese sentido, cabe destacar la gran labor que lleva haciendo Castells, a quien desde Ben Amics galardonamos el año pasado con el Siurell d'Or.
¿Y en el caso del Consell de Mallorca?
En el caso del Consell, tenemos muy buenas relaciones con el conseller de Presidencia, Javier de Juan, y con la directora insular de Igualdad y Diversidad, Rosa Cursach, que han puesto en marcha el Servicio de Atención Integral (SAI) a personas del colectivo LGTBI. Dicho servicio, que es de titularidad pública, está siendo gestionado por Ben Amics. El SAI empezó muy tímidamente, con una trabajadora social a media jornada, pero ahora ya contamos con una trabajadora social a jornada completa. Además, disponemos también de una psicóloga y de una jurista para atender a personas que están en situación de discriminación por LGTBIfobia.
Hay una buena relación con ambas instituciones entonces...
Así es, sí, si bien también es cierto que ha habido algunas discrepancias puntuales, que están ahí y que nunca hemos ocultado, relativas a plazos ajustados para presentar proyectos o a dificultades para poder cobrar en tiempo y forma. Esas dificultades existen, pero afortunadamente hay una buena comunicación con el Govern y con el Consell. De hecho, esa buena comunicación existe también con varias concejalías del Ajuntament de Palma, como Participación Ciudadana o Deportes. Nuestra entidad ha trabajado siempre al lado de las instituciones y lo sigue haciendo, como no puede ser de otra forma.
"En las series seguimos necesitando personajes que, siendo LGTBI, sean mucho más que la mera representación de su orientación o su identidad"
¿Considera que hoy hay una mayor tolerancia de la sociedad hacia el colectivo LGTBI?
La palabra "tolerancia" usada en ese sentido no nos gusta, porque consideramos que nadie nos tiene que tolerar. Sí que consideramos que hay una mayor apertura de la sociedad hacia la realidad del colectivo LGTBI. Aun así, en el último estudio que publicamos hace un mes, se señalaba que casi el 70 por cien de las personas que contestaron a esta encuesta y que se consideran LGTBI han sufrido discriminación a lo largo de su vida por ser lesbianas, gays, transexuales o bisexuales. Además, el 93 por cien de esas agresiones ocurrieron en plena calle. Por tanto, tampoco podemos obviar el incremento de agresiones LGTBIfóbicas que estamos viviendo.
¿A qué atribuyen ese incremento de agresiones?
Yo creo que es por una confluencia de factores. Por una parte, pienso que la extrema derecha no está haciendo ningún bien con ese discurso abiertamente tránsfobo que está teniendo. Y creo que eso también incide en que la ciudadanía mezcle conceptos y no acabe de saber muy bien cuál es el lado correcto de la historia, que evidentemente no puede ser otro que la defensa de los derechos fundamentales, según consideramos nosotras.
¿En las películas y en las series se han eliminado ya estereotipos y tópicos?
No, todavía no. Es cierto que en las series empieza a haber ya una cuota, al igual que ocurre con otros colectivos, que hace que en cada producción haya ya algún personaje que es LGTBI. Lo que pasa es que muchas veces la historia de ese personaje está centrada sólo en torno a su orientación sexual o a su identidad de género. Es como si no pudiéramos ser más que ser LGTBI, cuando una persona LGTBI también es alta, baja, delgada, gorda, tiene trabajo o es famosa. En ese sentido, lo que seguimos necesitando son personajes que, siendo LGTBI, sean mucho más que la mera representación de su orientación o su identidad, porque las personas jóvenes necesitan referentes.
¿Referentes en qué sentido?
Referentes en el sentido en que también lo son personas públicas como María del Monte o Víctor Gutiérrez. El hecho de que ambos puedan decir abiertamente "soy lesbiana" o "soy gay" puede ayudar a muchas personas, en concreto a las que todavía están dudando sobre si se atreven o no a salir del armario y a dar el paso. Del mismo modo, también necesitamos personajes en las series de televisión que sean LGTBI y que además sean otras muchas cosas.
"Casi el 70 por cien de las personas LGTBI encuestadas dicen haber sufrido discriminación a lo largo de su vida por ser lesbianas, gays, transexuales o bisexuales"
Ah, de acuerdo...
Todavía vemos que nos queda mucho por avanzar cuando vemos la polémica que ha suscitado en la última película de Disney-Pixar, Lightyear, un casto beso entre dos mujeres lesbianas. Parece como si los niños no pudieran ver esto porque se van a confundir. Piense en todos los besos de personas heterosexuales que hemos visto en la gran pantalla a lo largo de los años y, aun así, las personas del colectivo lo seguimos siendo —ironiza—.
Una duda. ¿El término correcto que deberíamos utilizar los medios es LGTBI?
El término LGTBI es correcto, pero si quiere ser todavía más inclusivo es mejor decir LGTBIQ+, pues la 'Q' hace referencia al término "queer". Este término lo utilizan muchas personas para autodenominarse, porque consideran que no encajan ni con "lesbiana" ni con "gay" ni con "trans", pero sí con "queer", que es un término un poco más amplio y que da a entender esa sexualidad disidente, que está en los márgenes. En cuanto al signo "+", hace referencia a todas aquellas personas que no se consideran representadas por ninguna de esas letras, pero que al mismo tiempo consideran que tienen una sexualidad que se aleja de la heteronorma.
Ah, perfecto, muchas gracias por la aclaración.
Sólo añadiría que es importante que los medios utilicen todos los términos siempre con rigor y que asuman sus posibles errores cuando las entidades les damos algún tirón de orejas por el uso incorrecto de algún término.
¿Qué valoración hacen de la nueva 'ley trans', aprobada hace apenas unos días por el Gobierno central?
Todavía no hemos podido tener acceso al texto completo, si bien estamos viendo que no va a haber muchos cambios con respecto al anteproyecto que ya teníamos. En ese sentido, consideramos que la nueva ley representa un gran avance, que por fin supone el derecho efectivo a la autodeterminación de género de las personas trans. Por primera vez, las personas trans de todo el estado van a poder cambiar su DNI sin tener que certificar ante un tercero que no sufren de ninguna enfermedad. Como sabe, ya en 2018 la OMS había dejado de considerar la transexualidad como una enfermedad mental, pero todavía no teníamos una legislación a nivel estatal. Sí la teníamos ya a nivel autonómico, desde 2016, con una ley que fue pionera en su momento.
"Espero que se articulen mecanismos para que aquellas personas de 14 a 16 años que cuenten con una oposición por parte de sus padres tengan alguna alternativa para no tener que esperar a los 16 años para cambiar de sexo"
¿Qué esperan de la ley estatal?
Esperamos que con la nueva ley estatal se refuerce sobre todo también el circuito, para que sea realmente efectivo. Piense que sólo un diez por cien de las agresiones que se producen se denuncian, y un porcentaje muy pequeño de las que se denuncian acaban efectivamente con una condena hacia la persona que ha agredido.
¿A partir de qué edad será posible el cambio de sexo y de nombre en el Registro Civil?
A partir de los 16 años de edad no será necesario ningún requisito. Si son menores de esa edad, entre los 12 y los 14 años será posible mediante una autorización judicial, mientras que entre los 14 y los 16 años se necesitará el consentimiento de los padres o los tutores. Esto último nos parece grave, porque hay muchas personas de 14 años que tienen perfectamente claro que son personas trans y que están viviendo en entornos tránsfobos. Y ya sabemos los niveles de ansiedad o de depresión, o las tasas de tentativas de suicidio o de suicidios consumados que tenemos en la población trans.
¿Qué se puede hacer en estos casos concretos?
Yo espero que se articulen mecanismos para que aquellas personas de 14 a 16 años que cuenten con una oposición por parte de sus padres tengan alguna alternativa para no tener que esperar a los 16 años.
¿Cree que, hablando ya en general, los avances legislativos que ha habido en estos últimos años serán ya inamovibles?
No, no son definitivos, pues es evidente que puede haber retrocesos. Lo hemos visto ahora claramente en Estados Unidos, cuando han dejado la decisión de legislar sobre el aborto a los estados, pues ya sabemos que hay determinados estados en los que se va a prohibir el aborto o en los que se va a poner muy difícil. Del mismo modo, si no tuviéramos ahora mismo una ley orgánica en España que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, esté seguro de que ese derecho se hubiera eliminado en alguna comunidad autónoma gobernada por el PP y por Vox, como eliminaron los populares en 2012 el derecho de las mujeres lesbianas a la reproducción asistida.
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