Tarde y mal

Se acaba junio de 2013. O lo que es lo mismo, cerramos un mes turístico en una capital mundial del turismo tras casi un siglo de abrir los brazos para recibir a los que nos tienen que dar el sustento económico eligiéndonos para sus vacaciones.

Esto es lo que deberían ser nuestras administraciones (entre muchas otras cosas): profesionales en materia turística.

Sin embargo, en la semana que finaliza debemos ponerle un suspenso categórico al Ajuntament de Palma. El mismo que decidió asfaltar los carriles de circulación frente al Palacio de Congresos a plena luz del día, sumándose a otras obras cercanas y sabiendo que los días de previsión de obras iban a estar nublados.

Todos sabemos que en plena temporada turística, un día nublado arroja a miles de turistas a Palma para aprovechar el día paseando, culturizándose o simplemente haciendo compras.

Pero el Ajuntament de Palma o decidió no dar importancia a este "detalle" o ignoraba las posibles consecuencias. Obras anunciadas días antes y con horario diurno: caos, colas kilométricas, críticas durísimas en las portadas de la prensa local....al segundo día, el martes, Cort reaccionó: se harían obras de noche para acelerar el fin de las mismas.

Tarde y mal. No se pueden cometer estos errores a estas alturas. Las molestias para los residentes ya son suficiente motivo para hacer las cosas de otra manera, como se han hecho otros miles de veces. Pero si añadimos el tiempo perdido, el mal trago y las molestias a los turistas, podemos concluir que el responsable de esta decisión necesita ser reprobado.

Pero a lo mejor lo que no sabemos es que todo se hizo a conciencia. Que se quería calcular a cuántos turistas se podía retener en el mismo sitio y durante cuánto tiempo. ¿Para qué?. Pues quizás para darle alguna idea a Pedro Homar, el gerente de Palma 365, de cómo entretener un rato a los turistas. Una performance, o algo por estilo.......