Hace unos días, leía en la prensa que el cantante y artista Dani Martín, quien perteneció al grupo musical 'El canto del Loco', se retira del mundo de la farándula para intentar ser feliz.
En Twitter admitió no ser feliz y querer tener tiempo para descansar y sentirse mejor, ya que el mundo del espectáculo le produce mucho estrés, lo que se ha visto reflejado en sus cambios de peso y de imagen en los últimos tiempos.
Declaró que emocionalmente no era una persona equilibrada y que sufría mucho, y aunque disfruta mucho en el escenario, después esto le lleva a sentirse mal y desequilibrado.
Simplemente, quiere ser una persona más, normal, sin la presión que se siente cuando estás tras las cámaras constantemente.
Y es normal; en un mundo en constante presión que nos requiere ser perfectos por fuera, parecer que siempre somos felices y estar súper satisfechos, la presión nos puede pasar factura.
Seguro que más de uno pensará: “Yo sí que tengo presión al no llegar a final de mes y con un trabajo estresante”. Pero es cierto que no todo lo hace el dinero y muchas veces no es compatible la fama con la vida normal, con ir a jugar un partido con tus amigos, ir al cine o pasar un rato tranquilo viendo la TV en casa.
El estrés nos atrapa y la mala gestión del mismo puede llevarnos a padecer serios problemas de salud y es inteligente saber detectarlos y cambiar la situación que tanto daño nos produce.
Esa mala gestión emocional puede traernos serios problemas de salud, como son los infartos, tumores… Y eso por no hablar del grave problema que puede causar en nuestras relaciones personales, con los seres que más amamos.
A veces nuestro inconsciente nos puede crear malas pasadas, y solo parando, reflexionando y empezando de cero, podemos llegar a situarnos y a gestionar nuestras vidas.
Sinceramente, aplaudo su decisión, ya que hay que tener mucho coraje para dejar una profesión que amas para emprender un camino nuevo, hacia un lugar incierto, aunque lógicamente es el mejor camino que debemos tomar.
Desde aquí le deseo mucha suerte en esta nueva etapa que está comenzado, y le envío todo mi apoyo para confrontar estos duros momentos que, de seguro, le llevarán a otra vida más feliz.
Felicidades de todo corazón, por tu coraje y tu decisión; estoy convencida de que esta etapa será todo un éxito para él.
