No quiero ni imaginarme lo que sería estar seis años sin saber de mi hijo y sin saber nada de él. Por ello me estremece sobremanera la situación que está pasando el pollencí Alberto Encinas desde el secuestro de su hija Olivia a manos de su madre polaca Katarzina Hlond.
Seguramente muchos de vosotros conocéis el caso puesto que Alberto ha sido entrevistado en numerosos medios de comunicación interesados en conocer el estado de su búsqueda. Y lo ha hecho no por ánimos de notoriedad personal, sino para intentar conseguir la máxima cooperación posible en el tema, y para dar mayor difusión de cara a que su hija sea conocedora de la lucha de su padre para conseguir encontrarla. Y ha sido esta presencia en los medios de comunicación la que ha hecho posible que este caso de secuestro parental y de sustracción internacional de menores haya dado un vuelco en las últimas semanas.
Gracias a la gran labor del programa de Televisión Española Desaparecidos, se ha conseguido que la madre dé la cara frente a un espacio de la televisión pública polaca que comparte temática con el que dirige Paco Lobatón.
Pues bien, queriendo justificar lo injustificable, Katarzina Hlond, también conocida como Kassia, apareció en televisión junto a sus padres diciendo que se había llevado a su hija hasta Polonia porque los españoles “se parecen mucho a los árabes en el sentido cultural … no respetan a la mujer… la mujer no tiene nada que decir o no mucho”. Continúa la mujer, que tiene una orden judicial de búsqueda y captura, que “El hombre sale, tiene amantes, amigas o compañeras, y a nadie le parece mal” que “El hombre hace lo que le da la gana fuera de casa y de eso no se habla” y que en las guardias y custodias los tribunales siempre favorecen al padre.
Es decir, que no sólo ha cometido el delito y la insensatez de alejar a su hija de un padre que la quiere hasta la extenuación, sino que además se dedica a descalificar de esta manera a todos los españoles. Y para colmadura, estas palabras salen de la boca de una persona que no tiene a su hija escolarizada ni la presenta a los exámenes de evaluación.
Estas declaraciones hechas para la televisión polaca también fueron divulgadas por el programa de La1 Desaparecidos, pero, que se sepa de momento, aún no ha habido reacción por parte de los servicios diplomáticos españoles ante tal barbarie.
En el programa conducido por Silvia Intxaurrondo, se entrevistó al abogado español especialista en casos de secuestros parentales en Polonia Juan Antonio Godoy, quien aseguró que el país presidido por Andrzej Duda, es un paraíso para los secuestros parentales, ya que la policía sobreprotege a los infractores o infractoras y desoye las órdenes de detención internacional dictadas.
En España se han obtenido todos los dictámenes favorables para el caso, y se ahí que dé la enhorabuena a mi compañera Martina Cladera de Excellence Abogados, sin embargo, no parece que Polonia esté por la labor de cumplir con el Convenio de La Haya.
Es más que necesario, por el cariz que ha tomado la situación, de que se produzca una intervención al más alto nivel diplomático y que sea el Ministro de Exteriores Alfonso Dastis que tome las riendas de la situación.