Soñar es gratis

Quién no ha soñado que le toca la lotería e imagina como lo gasta, además puestos a pedir no te limitas a una cantidad pequeña sinó a millones que te dan hasta para compartir. A mi me relaja de tal manera pensar como podría repartir el pastel que es como un somnífero no llego ni a tapar mis agujeros, pero si llegara….compartiría.

Por motivos ajenos a nosotros y a lo que realmente desearíamos que fuera nuestro día a día nos vemos rodeados de limitaciones, restricciones, negatividad y soñar no nos viene nada mal. Soñar brinda la entrada clandestina en nuestra vida a ilusiones y travesuras encantadoras.

Sigmund Freud sostenía que los sueños existen para satisfacer los deseos que cada persona tiene. Tal vez por el fuerte deseo que tenemos todos de que la pandemia acabe muy pronto soñamos más que antes.

Quién de ustedes no sueña mas de un día, aunque sea despierto con ver la luz al final del túnel. Quién de ustedes no se imagina ya en algún lugar idílico, descansando, cervecita en mano y brindando por la normalidad. Quien no se ve de cena o de viaje con un montón de amigos, o quizás en una fiesta. Acaso alguien no tiene ganas de juntar a toda la familia en la misma mesa y discutir con el cuñado, o ser sorprendido por decenas de amigos el día de su cumpleaños.

En ocasiones vemos la vida de otros más fácil que la nuestra pero suele ser tan solo un reflejo del desconocimiento en profundidad de la suya. Recordemos que la vida es un regalo, que soñar mantiene la esperanza y que solo sale caro cuando nuestros sueños hacen la realidad mas pesada pero ya que soñar es de lo poco que queda gratis, sigamos soñando sabiendo qué de momento, sólo son sueños.