Son Amar despide a sus trabajadores

Los más de cien empleados de Son Amar fueron despedidos este pasado viernes mediante un Ere. La propiedad ha argumentado que sufre “las peores pérdidas económicas” registradas hasta la fecha.

Cabe recordar que Son Amar, que funciona como restaurante espectáculo, lo fundó Damià Seguí a principios de la década de los ochenta y que hace trece años fue vendido a un grupo empresarial que realizó una inversión millonaria para convertir el restaurante en un lugar de espectáculos.

El proyecto, liderado por Margaret Whittaker -dueña de la finca- y Martyn Smith, responsable del Social Cllub, tenía en plantilla 120 empleados pero la crisis provocada por el coronavirus ha acabado por abocar al cierre en una “desesperada decisión” que la directiva “lamenta profundamente”.

En el comunicado recibido por los trabajadores, la dirección informa de que las pérdidas vienen arrastrándose desde hace años y que si el complejo aguantaba, era gracias al beneficio de otro negocio que el grupo posee en Reino Unido.

La actual situación ha provocado también que este último negocio se haya resentido a nivel económico y ello ha provocado que la situación de Son Amar sea inasumible: “Nos enfrentemos a pérdidas insostenbiles hasta, al menos, 2022”, dice el escrito de la dirección en el que asumen también que esta temporada se daba por perdida: "no será una vuelta a la normalidad, ni siquiera parecido a 2019"

En todo caso, Whitakker ha asegurado que ahora, la intención de la empresa trabajar para volver a crear puestos de trabajo.