La candidata a Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, que sufrió quemaduras en la pasada Gala de Elección de la Reina, ha roto su silencio. Lo ha hecho muy afectada pero decidida a luchar "hasta el final, cueste lo que cueste y caiga quien caiga" aunque "me han destrozado la vida".
En la rueda de prensa celebrada ayer en el Despacho de Abogados Juan José Rodríguez, la joven no ha podido ser más clara y ha asegurado que Willy Jorge, el diseñador del traje que provocó el accidente, "tiene que pagar". Probablemente esta decisión se haya reafirmado por lo que ha contado del diseñador y de la otra candidata: "Han podido comunicarse en cualquier momento y no lo han hecho" y añadió que hubiera agradecido el detalle de que se pusieran en contacto con ella.
LOS HECHOS CONTADOS EN PRIMERA PERSONA: "ME ESTABA ABRASANDO, NO PODÍA ESCAPAR DEL TRAJE"
Saida se ha conmovido recordando las sensaciones que vivió: "Me estaba abrasando, no podía escapar del traje. Luchas por salir de ahí y no era consciente de lo que estaba pasando hasta que desperté en la UCI".
La candidata ha afirmado recordar "perfectamente" lo que sucedió esa noche, "del principio al final". Fue Víctor, su diseñador, quien le "salvó la vida" y aún recuerda lo que oyó y cómo sintió las llamas en su espalda.
Además, ha añadido: "Allí no había nadie, sólo yo y mi diseñador luchando contra aquella llamarada. No vi a bomberos, no vi a nadie para poder salvarme la vida". Y su madre, Dulce María Hernández, aún recuerda cómo su hija, al despertar de la sedación, le preguntó "¿dónde estaban los bomberos? ¿Por qué la gente se apartó?".
La madre también ha "denunciado" públicamente que cuando llegó la ambulancia después del incendio, le dijeron que su hija "sólo tenía cuatro quemaduras leves y un ataque de ansiedad" y que no se le informó "en ningún momento" de la gravedad de las heridas.
SU ESTANCIA EN EL HOSPITAL: "LAS QUEMADURAS Y DOLORES ESTABAN PERJUDICÁNDOLA MENTALMENTE, TEMÍAN QUE SU CUERPO Y MENTE CAYERAN ENFERMOS"
Dulce María Hernández ha confesado también que ha llegado a temer por la vida de su hija y ha culpado al psiquiatra del Hospital Virgen del Rocío de que la joven haya sido dada de alta "antes de lo que debía".
La madre de Saida contó que las quemaduras y los dolores "estaban perjudicando mentalmente" a su hija y que la medicación "no le hacía efecto", por lo que los psiquiatras temían que su cuerpo y su mente "cayeran enfermos" y decidieron darle el alta. "Fue culpa de un profesional que exigió que se le diera el alta de la Unidad de Quemados. El HUC se ha portado con nosotros de maravilla pero el problema estuvo en Sevilla", insistió.
Dulce Hernández ha asegurado que "no deberían haberle dado el alta y que no tenían que haber hecho caso al psiquiatra porque todavía le queda un tratamiento bastante largo". Y es que Saida tiene que pasar por dos operaciones más cuando sus injertos estén más maduros, y la axila se le ha quedado pegada hacia la espalda, por lo que no tiene movilidad en los brazos.
LAS SECUELAS: "NO PUEDO MOVER LOS BRAZOS, POR LO QUE ME VISTE, ME BAÑAN Y ME TIENE QUE HACER LA COMIDA, Y ESO... ES DURO"
La joven ha explicado que sus heridas le han cambiado la vida: "No puedo mover los brazos, por lo que me visten, me bañan y me tienen que hacer la comida, y eso... es duro". Sin embargo, a pesar de todo dice intentar ser fuerte "estar bien, estar con mi hija, con mi gente" pero ha recalcado que quiere que "se pague y que esto no se vuelva a repetir".
LAS GANAS DE VIVIR DE SAIDA PRIETO
La tinerfeña ha admitido estar emocionada por las "muchas muestras de solidaridad" que ha recibido de parte de la gente, el Ayuntamiento y el alcalde de Santa Cruz "por su generosidad". También ha tenido palabras amables para sus patrocinadores y a la comparsa "Los Cariocas", para el Hospital Universitario de Canarias y el Hospital Virgen del Rocío "por su humanidad".
Es evidente que este incendio le ha hecho cambiar en muchos aspectos de su vida, en su rutina diaria, en su entorno... tal vez, incluso hayan cambiado los planes de futuro que tenía para su vida, pero hay algo que ha demostrado que nunca cambiará, y ese es, su espíritu carnavalero. Ha asegurado a los cuatro vientos que se sigue sintiendo una comparsera y que próximo año volvería a presentarse a Reina del Carnaval de Santa Cruz.