Tres personas murieron en un nuevo ataque ocurrido en un centro educativo de Estados Unidos. Resultó llamativo que en esta ocasión el agresor no utilizó un arma de fuego, sino arco y flechas . Algunos medios sostienen que podría haber sido una ballesta. El episodio ocurrió en el Casper College de Wyoming, durante la mañana temprano, y conmocionó a la población.
El jefe de la policía local, Chris Walsh, confirmó el número de víctimas y explicó que dos cuerpos ?un hombre y una mujer? fueron hallados en el laboratorio de ciencias físicas. El atacante se habría suicidado, también con un arma blanca, en otro sector del campus. Si bien no quiso dar precisiones sobre el ataque, admitió que se utilizó ?un arma cortopunzante? .
Delina Barbosa, una testigo que habló con los canales estadounidenses, explicó que el drama comenzó a las 9 de la mañana, cuando en varios de los edificios se dictaban clases. Nadie advirtió nada anormal, hasta que los estudiantes comenzaron a recibir mensajes de texto y se corrió la voz de que había un ataque. Varios policías ingresaron al campus y la desesperación se apoderó de todos.
Aunque aún no hay detalles claros de las causas que llevaron al hombre a cometer los asesinatos, se descartó un ataque indiscriminado contra estudiantes y docentes como ocurrió en otros colegios o universidades. En este caso, los investigadores policiales sospechan que habría habido algún vínculo afectivo entre las víctimas .
En la ciudad de Casper viven unas 56 mil personas y la población estudiantil del centro educativo, de nivel terciario, es de cinco mil. A los pocos minutos del ataque las autoridades de Casper College cerraron el lugar y pidieron a la gente que se mantuviera alejada. Durante todo el día la página de la universidad tuvo una placa roja con un alerta, donde informaba que ?toda la actividad académica está suspendida?.
Courtney Suko y Pyer Shannan, otros dos estudiantes, contaron que se encontraban en una clase cuando ingresó una directiva del establecimiento y les ordenó evacuar. Los llevaron a una habitación donde se encontraban otros alumnos. Allí vieron a una joven que, llorando, les dijo que había presenciado el crimen. Detalló que había ingresado un hombre con arco y flecha y disparado a un profesor , para luego apuñalarlo repetidamente.
La policía local se desplegó en el lugar y convocó a un equipo de agentes especiales ante el temor de que hubieran varios atacantes ocultos. Pero, después de recorrer todo el centro educativo y comprobar que la matanza se circunscribía a las tres víctimas, se descomprimió la situación. El presidente de la universidad, Walter Nolte, sintetizó lo vivido por mucho de ellos con una frase: ?Puedo decir sin lugar a dudas que éste fue el peor día de mi vida?.