![Munar Nadal banquillo ok](https://www.mallorcadiario.com/wp-content/uploads/sites/2/2012/05/Munar-Nadal-banquillo-ok.jpg)
El juicio por el caso Video U ha supuesto una clara escenificación del enfrentamiento de Miguel Nadal con Maria Antònia Munar. De hecho, la única prueba en contra de Munar es la declaración de Nadal referente a que día 21 de noviembre de 2004 Munar le dio 300.000 euros dentro del coche oficial para comprar la productora del socialista Miguel Oliver. La versión fue desmentida por los exchóferes.
Esta visualización del enfrentamiento pone en entredicho la declaración del denominado “excontable” de Unió Mallorquina Álvaro Llompart, quien afirmó que en 2008 Maria Antònia Munar controlaba el dinero negro del partido. En ese momento, Munar ya no era la presidenta, lo era Nadal. Llompart, quien ha pactado con fiscalía una reducción de pena, ha apuntado a este extremo en varias ocasiones.
No obstante, y repasando la hemeroteca, la situación interna de UM en 2008 poco da a entender que su presidente Nadal Buades dejara que Munar tuviera tal cuota de poder.
El clima de enfrentamiento entre ambos dirigentes se había gestado varios años antes. En 2006 el Gobierno de Jaume Matas presentó al Parlament el proyecto de Ley de Capitalidad. A pesar del pacto PP-UM que regía en aquel momento, Maria Antònia Munar consideraba que su formación debía votar en contra de tres artículos de la mencionada Ley que quitaban competencias en materia de revisión urbanística al Consell de Mallorca a favor del Ayuntamiento de Palma. Nadal era contrario a esta postura al considerar que le afectaba como candidato a la alcaldía. Ese día, aduciendo enfermedad, Nadal no se presentó en el Parlament.
Munar y Nadal poco a poco cogieron caminos divergentes y distantes llegando a realizar dos campañas electorales en 2007 bastante diferentes. En la Part Forana, los actos se realizaban gracias a la colaboración y esfuerzo de los comités locales. En Palma, los mítines de un eufórico Nadal iban acompañados de música en directo, sintonía de campaña creada a propósito, suelta de globos, frit, helado y reparto de regalos de merchandising. En estos actos en la capital balear quedó evidente la fractura entre los dos candidatos. Munar, que como candidata al Parlament y al Consell de Mallorca acudió a alguno de estos actos de campaña, era utilizada de telonera sin que se soltara ningún globo ni aplauso por parte del equipo nadalista cuando ella subía al escenario. La aún presidenta de UM se quejó a su equipo de campaña de lo que consideraba un “trato de desprecio”.
En estos actos electorales, Nadal decía y repetía que no permitiría que Aina Calvo fuera la alcaldesa de Palma. No obstante, el pacto de gobernabilidad global suscrito por el PSOE y UM para la legislatura 2007-2011 dejaba la alcaldía en manos del partido socialista. Ello fue un durísimo golpe para Miguel Nadal.
Tras el abandono de Munar de la presidencia de UM, Miguel Nadal consigue en diciembre de 2007 hacerse con el puesto de la antigua líder. En la cena de navidad que clausuró el congreso de su nombramiento, Nadal dijo ante más de 1.500 comensales que Maria Antònia Munar era “historia”.
Si resulta extraño que alguien que era “historia” controlara el dinero del partido –del color que sea-, más lo es si se repasa lo que pasó en septiembre de 2008. Tal y como se puede leer en la copiosa hemeroteca, la ejecutiva de UM decidió la destitución de Francesc Buils como conseller de Turismo. En un consejo político previo en el que se trató la destitución, Munar reapareció tras casi un año por la sede de Vía Sindicato para intentar calmar la crispación generada. No sólo no lo consiguió sino que además fue abucheada por los nadalistas. Aún muchos miembros de ese consejo político recuerdan como Nadal, sentado en lo alto de la tarima, dijo agriamente a Munar: “Maria Antònia, si vols comandar puja aquí dalt”.
Sin embargo, el ataque más fuerte que recibió la exlíder nacionalista por parte de su sucesor fue que éste solicitara a Francesc Antich una convocatoria de elecciones anticipadas, como única manera que creía tener para que Munar abandonara la presidencia del Parlament.
Al final lo consiguió al acusarla de haberle entregado dinero dentro del coche oficial para comprar Video U.