La exconsellera de Salut de la Generalitat Marina Geli (PSC) ha asegurado al juez que la reunión que mantuvo con el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, se celebró en 2005 y no en 2006 ni 2007, como había sostenido anteriormente.
Así lo ha explicado este sábado como testigo en el último día de la ronda de declaraciones que el juez de Palma José Castro, acompañado del fiscal, ha tomando durante estos días en la Ciudad de la Justicia de Barcelona, dentro de la instrucción de la causa separada del caso Palma Arena, por la que está imputado Urdangarin.
El detalle de la fecha es relevante porque anteriormente la exconsellera había asegurado en sede policial y confirmado a Europa Press que la reunión se había mantenido entre 2006 y 2007, por tanto, después de que el duque dejase el instituto por orden del Rey.
La rectificación se produce después de que el juez le ordenase concretar la fecha, con lo que la exconsellera, después de tratarlo con sus colaboradores, ha concluido que la reunión se celebró en 2005, pese a que ha reconocido que no hay documentación escrita para confirmarlo.
En esta reunión, mantenida en Barcelona, Urdangarin ofreció a Geli un gran proyecto global sobre salud y actividad física, que la exconsellera rechazó por no adaptarse a "sus prioridades".
ÚNICA REUNIÓN
"Fue la primera y única reunión con Urdangarin", ha explicado a los periodistas tras declarar ante el juez, y ha asegurado que entonces el duque se presentó como Instituto Nóos y no como Casa Real.
Esta versión de la exconsellera concuerda con la declaración de su jefe de gabinete desde diciembre 2006, Miguel Gómez, que ha declarado también este sábado como testigo que la propia Geli le comentó --tras su llegada-- que con anterioridad se había reunido con el duque, según fuentes judiciales.
Geli también ha explicado al juez otro proyecto firmado con Nóos: uno sobre sanidad e inmigración por el que la Generalitat pagó 34.375 euros al Instituto, que ha estado vigente hasta hace poco.
Ha reiterado que la intención de este proyecto era que el departamento contara con el experto en cooperación internacional Ignasi De Juan i Creix, que entonces trabajaba para Nóos.
600 EUROS POR COPIAR Y PEGAR
El resto de las declaraciones de este sábado, en cambio, han servido para concluir que Urdangarin participó más allá de marzo de 2006, entre ellas la de la colaboradora Lourdes Urriolagoitia, que ha confirmado que al menos hasta finales de ese año el duque encabezaba junto a Torres el instituto.
También ha declarado María Covadonga, amiga de la secretaria del duque, Julita Cunquerella, y que ha asegurado al juez que cobraba 600 euros mensuales por buscar información en Internet "de copiar y pegar".
Además, este dinero lo cobraba en efectivo y sin firmar ningún tipo de recibo.
GELI DECLARA HOY SÁBADO
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, ha citado a declarar a un total de 14 nuevos testigos en el marco de las investigaciones sobre el Instituto Nóos, uno de ellos este viernes y los otros 13 el sábado, entre quienes se encuentra la exconsejera de Sanidad de la Generalitat de Cataluña, Marina Geli, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.
El magistrado ha dictado este miércoles una nueva providencia mediante la que ha emplazado a declarar a estos nuevos testigos, quienes se suman a otros 28 que ya habían sido citados para los mismos días -14 el viernes y el resto el sábado-. En concreto, la comparecencia de Geli está prevista a partir de las 9.20 horas del sábado.
Cabe recordar que Nóos, presidida entre 2004 y 2006 por el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, percibió 34.375 euros de la Generalitat de Cataluña por prestar apoyo técnico para el desarrollo de proyectos relacionados con la cooperación sanitaria en 2005, cuando Geli estaba al frente de la Consejería, según un informe del Grupo de Delincuencia Económica del Cuerpo Nacional de Policía incluido en el sumario de la causa.
El informe detalla cómo el Govern catalán solicitó a su asesoría jurídica un informe sobre la propuesta del Instituto Nóos de Estudios Estratégicos de Patrocinio y Mecenazgo. El convenio, fechado el 7 de noviembre de 2005, se enmarcó dentro del Plan director de Inmigración y Cooperación en el ámbito de la salud, un instrumento destinado a adaptar servicios de esta naturaleza al fenómeno de la inmigración y a impulsar la cooperación sanitaria.
Urdangarin y su mano derecha Diego Torres presentaron a Nóos como una asociación dedicada al desarrollo profesional y la promoción de organizaciones relacionadas con las "ciencias de la salud y de la vida", entre otras actividades.
Entre los objetivos que compartían Nóos y el Departamento de Salud, figuraba el hallazgo de estrategias que permitieran evaluar las políticas sanitarias, mejorar su coordinación y reducir desigualdades en "nuestra sociedad" y en los países en vías de desarrollo.
Además, coincidían en su voluntad de promover acciones formativas, de asesoramiento y estudios estratégicos vinculados a la responsabilidad social corporativa y emprendedora. A tal efecto, Nóos aseguraba contar con la experiencia necesaria en el ámbito de la consultoría, la gestión y el análisis, y disponer de profesionales "idóneos" y especializados para la prestación de estos servicios.
Así, se comprometió a colaborar en la definición de proyectos de cooperación exterior y a "ordenar la atención sanitaria individual a personas de países en vías de desarrollo con necesidades de salud urgentes o extremas y no cubiertas en su país".
PROYECTOS, AL MENOS, EN CATALÁN
Para desarrollar este tipo de proyectos, la entidad del duque de Palma se ofreció aportar un director -que dedicaría 20 horas semanales-, un codirector -con una dedicación de 40 horas a la semana- y a coordinar el equipo de trabajo.
Por su parte, el Departamento de Salud catalán contribuiría con un supervisor, el pago de 34.375 euros y todo el apoyo documental que fuese necesario. Así lo recoge el convenio vigente desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2005, con posibilidad de ser prorrogado siempre que se formalizara por escrito.
El contrato recoge que los proyectos deberían ser entregados, al menos en catalán, de acuerdo con la ley de política lingüística y que el Ejecutivo autonómico se reservaba la decisión de incluir el logotipo de la Generalitat o del Departamento de Salud en estas actividades.