El conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Gabriel Company, ha trasladado al Gobierno central la necesidad de intentar renovar infraestructuras de depuración de agua en Baleares (de forma parcial o total dependiendo del caso), dado que existe "un problema de dimensión" en estas instalaciones, pues se circunscriben en municipios turísticos o en localidades que han incrementado notablemente su población.
En este sentido, el Ejecutivo central ha manifestado la posibilidad de "intentar llegar a algún tipo de acuerdos" para "ir solventando en los próximos años" esta problemática en materia de depuración de aguas, si bien ha remarcado que en la reunión de este jueves no se ha producido "ningún compromiso concreto" de convenio, dado que ello deberá ser trabajado por los responsables técnicos en próximas reuniones.
Por otro lado, el conseller ha remitido un documento sobre la situación de recursos hídricos donde se expone "los problemas" que tiene la comunidad con las desaladoras de Ciutadella y Santa Eulàlia (Ibiza), unas infraestructuras con gran capacidad, cuya recepción por parte de la comunidad es próxima, pero que tiene escasa conexión con núcleos urbanos.
Así lo ha trasladado tras reunirse en Madrid con el nuevo secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, para mantener una primera toma de contacto sobre cuestiones de interés común para ambas administraciones en cuestiones de medio ambiente, litoral y gestión de recursos hídricos.
En lo referente a las desaladoras, el conseller se ha referido al caso de Ciutadella, que tiene capacidad para "dar agua a casi toda Menorca", pero que sólo está conectado a un pequeño núcleo urbano. "Es una auténtica locura", ha incidido para criticar la planificación de conexión de estos proyectos, pues cada una de las desaladoras supone cerca de 3,5 millones de euros
"Es importante tener la garantía de estas infraestructuras en Baleares, que ya ha vivido lo que es que venga un barco a traernos agua, para tener un abastecimiento de agua potable. Pero esto tiene que combinarse con ser capaces de satisfacer esa necesidad de recursos a un coste asequible y, tal y como está plasmado, ese objetivo es dificultoso", ha vuelto a destacar el representante del Govern.
EL GOBIERNO “ECHARÁ UNA MAN0” EN EL CONVENIO DE TORRENTES
Por otro lado, y como ejemplo de buena relación con el nuevo Ejecutivo central, Company ha afirmado que, pese a la situación complicada en materia presupuestaria para el Gobierno, el secretario de Estado "echará una mano" en lo referente al convenio de limpieza de torrentes, que supone una cantidad pendiente de recepción de cuatro o cinco millones de euros y que el Gobierno intentará solventar.
Además, ha explicado que las cuestiones concretas de colaboración entre ambas administraciones será "desarrollados en las cocinas" (en referencia a los departamentos técnicos) para "tocar las normativas que se tengan que tocar" para mejorar la situación.
También han compartido la visión del ministro de simplificar las normativas en área medioambiental (como el caso dela Ley de Costas) para ahondar en desarrollo sostenible "social y económico" con respeto al territorio.
"Me he encontrado a un secretario con ánimo total de ayudar a Baleares, de echar una mano, dentro de la situación que se ha encontrado, de crisis y de presupuestos prorrogados, que es complicada", ha ahondado el conseller, para agregar que también se ha comentado la ampliación del plazo para la exposición pública del Plan Hidrológico de Baleares, con el fin de que posteriormente, sea remitido de nuevo a Madrid para su revisión.