De nuevo, las obras. Estas no estaban anunciadas. La consecuencia ha sido un monumental atasco que ha durado toda la mañana a la entrada de Palma desde la autopista del Aeropuerto, a la altura del Palacio de Congresos.
Se han unido dos factores: por un lado, las obras junto al antiguo edificio de GESA correspondientes a la mejora de la fachada marítima; y por el otro, el aumento de la densidad de tráfico por parte de los turistas que, al ser un día nublado, han desistido de acudir a la playa.
Según los testigos, las retenciones ya se originan a la altura del Coll d'en Rabassa. Sólo afectan a la entrada a la ciudad, ya que el tráfico de salida por ese mismo punto es fluído.