Sin futuro

Si tienes más de 50 años de edad, no tienes trabajo y ya no percibes ninguna ayuda social, estás muerto. Si no lo estás, preferirías estarlo antes que pasar el calvario de los que se sienten rechazados por el modelo económico y laboral. La ministra de Empleo aseguraba ayer en el Senado, que gracias a la reforma laboral se está creando empleo. Es verdad, pero a costa de haberlo destruido en una espantosa proporción de 10 a 1.

En algunas comunidades autónomas, entre ellas Baleares, se han constituido asociaciones de personas mayores desempleadas. Su objetivo es, primero, ayudar a los desempleados a encontrar trabajo. Lo hacen formandoles en nuevas ocupaciones que tengan demanda empresarial. También hacen campaña para que el Gobierno central y los autonómicos impulsen políticas que generen creación de empleo. No se olvidan de llamar a todas las puertas de las patronales para intentar que prioricen la contratación de mayores de 45 años, con experiencia y ganas de trabajar. En el caso de Mallorca, están a la espera de firmar un acuerdo con la Federación Hotelera para que estos trabajadores del sector, puedan volver a sentirse válidos y útiles. No solo para la empresa que les pague, también delante de los suyos: su familia y sus amigos.

Y ese, ese es el más grave de los problemas que padece el parado mayor de 45 años de edad. Por eso, el tercero de los objetivos de estas asociaciones es ofrecer gratuitamente los servicios de psicólogos que se dedican a ayudarles para salir de la depresión, profunda depresión, en la que han caído al verse rechazados por el mercado laboral.

Algo no funciona en este sistema. Si eres joven y sin experiencia, nadie te contrata. Si eres mayor con toda la experiencia del mundo, tampoco te contratan. Y si eres adulto de mediana edad, competirás con otros trabajadores que estén dispuestos a cobrar menos salario que tú.

Esto no funciona. Pero reflexiono que no es culpa de los políticos, ni del sistema, ni de la sociedad, ni de la inmigración, ni de los empresarios. Es la suma de demasiados factores que, alguna vez, deberán analizar los economistas teóricos actuales.

Pero mientras tanto, 35.000 parados en Baleares tienen más de 45 años. 18.000 ya llevan más de una año sin trabajar. Y los Lunes al Sol, ya no me hacen ninguna gracia.