El copresidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló (Palma, 1966), estudió Derecho en la UIB y fue senador por el PP entre 1989 y 1993. En ese último año se incorporó a la empresa familiar, que vivió un proceso de transición generacional hasta 2000, año en que Simón Pedro pasó a presidir el Grupo Barceló junto con su primo Simón. La entrevista tiene lugar en la sede de la empresa. A lo largo del encuentro, que se desarrolla en un clima de gran cordialidad, no sólo trasciende la pasión de Simón Pedro por su trabajo, sino también por Mallorca y por todas las artes, en especial por la música.
¿Mallorca debe seguir apostando por el modelo de 'sol y playa' a corto y medio plazo?
Mallorca lo tiene todo para tener éxito en el ámbito turístico con una visión amplia. Por lo tanto, no se ha de restringir ni a su historia ni a su desarrollo como destino. En ese sentido, la isla es ya y puede ser aún más no sólo un lugar de vacaciones de 'sol y playa', sino también un espacio que ha visto la mejora de Palma como ciudad de estancias turísticas de corta duración y el crecimiento del turismo relacionado con el deporte. A ello hay que añadir que tenemos unas infraestructuras en el ámbito de las reuniones y los congresos que hacen que nuestra ubicación y la conectividad aérea faciliten que haya un crecimiento también en ese ámbito.
¿Hay alternativas a ese modelo que garanticen un volumen de ingresos y de empleo similar?
Bueno, en primer lugar le haría una reflexión casi de tipo personal. Creo que cada uno de nosotros, a lo largo de su trayectoria profesional, se va especializando en una actividad concreta. En esa elección hay siempre una libertad personal. Precisamente, es esa libertad la que ha hecho que los emprendedores y los empresarios de esta tierra hayan escogido una determinada actividad, por lo que, en mi opinión, no tienen ninguna obligación de cambiar. Dicho esto, sería fantástico que surgieran en Mallorca más iniciativas empresariales fuera del ámbito turístico.
¿En qué sentido?
Como le he comentado hace un momento, creo que Mallorca hace bien en especializarse y en ser cada día un mejor destino turístico, pero también sería muy positivo para la isla que al mismo tiempo hubiera otras iniciativas empresariales que fueran cogiendo su cuota de mercado y su peso en la economía de nuestra tierra. Eso es algo que está relacionado con los deseos personales, la vocación y la libertad de cada uno, pues no creo que se pueda imponer. Por otro lado, por mucho que se diga que se ha de cambiar el modelo, no creo que por decirlo o repetirlo muchas veces se consiga cambiar sin más.
"El sector turístico merece más atención del Gobierno de España. Algunos ministros han hecho manifestaciones claras contra la contribución del sector a la economía española"
¿Podemos extraer alguna posible lección de la pandemia?
Antes que nada yo recalcaría que desde un punto de vista personal y humano la pandemia ha sido una tragedia para miles de familias. Además, económicamente ha supuesto un gran impacto, con unas características nunca vistas hasta ahora. A partir de ahí, se pueden extraer algunas lecciones. La primera sería, en nuestro caso, la confirmación de determinados valores propios. Me refiero con ello a que somos una empresa familiar, conservadora, que desea hacer las cosas de la forma más sólida posible, ejerciendo la responsabilidad, y que siempre ha querido crecer, pero sin endeudamiento. En ese sentido, un desastre como el que hemos vivido confirma la validez de todos esos valores.
¿Señalaría alguna otra enseñanza?
Otra enseñanza sería la de que una situación como esta nos ha obligado a entender mejor el impacto que factores externos pueden tener sobre nuestra actividad, que al inicio de la pandemia se vio afectada en un 100 por cien, pues no nos podíamos mover de nuestras propias casas. La actividad turística, que es ir de un lado a otro y disfrutar de un viaje, desapareció por completo.
¿Cómo vivieron aquellos primeros meses en que los hoteles tuvieron que estar cerrados?
El cierre total de la actividad hizo que tuviéramos la necesidad de tener una sensibilidad especial hacia las personas que trabajan en la empresa, que se encontraron de un día para otro sin poder venir y teniendo que estar en su casa. En la medida de nuestras posibilidades, intentamos cuidar al máximo a nuestros empleados, algo que fue sin duda difícil en unas circunstancias como las que vivimos. En ese contexto, creo que vale la pena destacar que los distintos mecanismos de protección laboral que el Gobierno puso en marcha fueron muy importantes y muy positivos para que todos, dentro de la preocupación que teníamos, pudiéramos continuar viviendo con una cierta tranquilidad.
"Sería fantástico que surgieran en Mallorca más iniciativas empresariales fuera del ámbito turístico"
¿Y ahora?
Ahora que se está ya en un periodo de recuperación, se demuestra una vez más la fortaleza de la actividad turística. Se está constatando nuevamente que el deseo de viajar y de conocer otras culturas y otros lugares es un sentimiento absolutamente incorporado a la forma de ser y de vivir de las personas. En ese sentido, tengo una confianza total y absoluta en la progresiva recuperación de la actividad turística a lo largo de estos próximos años.
¿Qué previsiones económicas tiene el Grupo Barceló para este 2022?
La previsión que hemos hecho para este 2022 es la de volver a resultados positivos y dejar ya atrás las pérdidas de los dos últimos años, que han sido muy malos y muy difíciles. En 2020 perdimos unos 100 millones de euros, mientras que en 2021 calculamos que habremos perdido unos 40 millones. Siendo conscientes de lo difícil que es hoy hacer proyecciones y predicciones, nuestra visión para este 2022 es que daremos un paso adelante y que será un año de mejora.
¿La situación en Ucrania está influyendo ya en la posible cancelación de reservas?
En nuestro caso, no hemos tenido cancelaciones a lo largo del primer mes de la invasión rusa de Ucrania, aunque la velocidad de las reservas ha bajado.
¿El Grupo Barceló tiene prevista la compra o la venta de hoteles a lo largo de este año?
Antes de responderle, quisiera recordar que ya en 2015 hicimos una operación importante de venta de hoteles. Vendimos prácticamente todos nuestros hoteles vacacionales en España y nos quedamos con la gestión de esos hoteles con contratos a largo plazo. Queríamos cambiar un poco nuestro modelo de negocio en Europa y sobre todo en España, buscando que pesase menos la actividad propietaria y pesase más la actividad gestora como operadores. Aun así, seguimos siendo propietarios de muchas habitaciones y de muchos hoteles. Ahora mismo, estamos gestionando más de 60.000 habitaciones y casi 20.000 son propiedad de la empresa.
"La previsión que hemos hecho para este 2022 es la de volver a resultados positivos y dejar ya atrás las pérdidas de los dos últimos años"
¿Cuál es su modelo en la actualidad?
Nuestro modelo varía por geografías. Así, en Estados Unidos somos sólo gestores y en América Latina somos sólo propietarios, mientras que en Europa somos más operadores y gestores que propietarios. De hecho, la mencionada operación de 2015 fue la culminación de esa idea de ser menos propietarios en España y ser mucho más operadores, si bien el dinero que obtuvimos por la venta de aquellos hoteles lo invertimos en la adquisición de la compañía hotelera Occidental, que tenía una decena de hoteles en propiedad, todos ellos en América. Con posterioridad, en 2020, vendimos el Hotel Formentor, ubicado aquí en Mallorca.
¿Ha habido alguna nueva operación recientemente?
Así es. Hace pocas semanas anunciamos que habíamos comprado un hotel en Fez, en Marruecos, y actualmente estamos construyendo un hotel en Funchal, en Madeira. Hoy estamos más en una posición de invertir y de comprar que de vender, como consecuencia de la recuperación y de haber reducido nuestro endeudamiento el año pasado. Hay que recordar que habíamos entrado en pandemia con muy poca deuda, de unos 150 millones de euros al acabar 2019, pero en 2020 nos fuimos hasta los 400 millones de endeudamiento, porque tuvimos que asumir las pérdidas y las inversiones que estaban en marcha. Un año después, en 2021, logramos bajar la deuda a 350 millones.
¿Centroamérica sigue siendo una de las grandes apuestas del Grupo Barceló?
Sin ninguna duda. Piense que nosotros tenemos presencia en América desde hace ya cuarenta años. Además, México es el principal país en términos de contribución a nuestros resultados y la República Dominicana es el segundo país. Ya fuera del continente americano, España se sitúa en el tercer lugar. Por todo ello, para nosotros América es clave y lo seguirá siendo, porque tenemos una gran confianza tanto en México como en la República Dominicana y en otros países de ese continente.
"Las tendencias de concentración, digitalización y low cost continuarán creciendo y ganando cuota de mercado"
¿En qué medida está cambiando todo lo relacionado con el turismo en estos últimos años?
Hay dos o tres tendencias muy claras que se vienen produciendo en los últimos treinta años y que en un determinado momento se han acelerado. Una sería el proceso de concentración de las empresas. Piense que el sector de las agencias, los touroperadores y las compañías aéreas es un sector con una rentabilidad muy baja, de márgenes muy estrechos. El tamaño de una compañía hace que la rentabilidad pueda ser mejor y ello provoca que de forma natural haya un paulatino proceso de concentración. Al mismo tiempo que se produce ese proceso, quedan abiertos en el mercado otros espacios, por lo que nuevos emprendedores pueden empezar a desarrollar allí sus actividades.
¿El sector hotelero sigue esa misma dinámica?
En el sector hotelero ese proceso de concentración también se está produciendo, pero a una velocidad distinta. Por otra parte, nosotros somos la segunda compañía hotelera española y tenemos el dos por cien de cuota de mercado, mientras que en la actividad de viajes somos el primer grupo de España y debemos de estar cerca del 20 por cien de cuota de mercado. Por tanto, el tamaño y las cuotas se distribuyen de forma diferente, dependiendo de cada sector.
¿Internet está influyendo también en el citado cambio?
Efectivamente. La eclosión de Internet y del negocio online ha cambiado radicalmente el modelo de distribución de los viajes y de las propias compañías aéreas. Hace veinte o veinticinco años, no existía la distribución online, mientras que hoy más del 50 por cien de la distribución de los viajes y de la actividad aérea se produce online. Ello quiere decir que quien no esté en ese mundo no contará para el 50 por cien del mercado.
¿Destacaría algo más en ese contexto?
Añadiría que es cierto que hay compañías aéreas que sufren y que muchas desaparecen, pero también es verdad que han aparecido nuevas compañías y que otras han crecido mucho. Podemos recordar, en ese sentido, que las grandes compañías de low cost no existían hace treinta años. Por lo tanto, ha habido un cambio y eso está aquí.
"Los principios generales de sostenibilidad y circularidad son compartidos absolutamente por los empresarios"
¿Qué pasará en el futuro?
No me atrevo a pronosticar qué pasará en el futuro, pero creo que esas tendencias de concentración, digitalización y low cost continuarán creciendo y ganando cuota de mercado.
¿Qué opinión le merece el nuevo marco legal turístico previsto por el Govern?
Es difícil pronunciarse sobre este asunto cuando todavía hay un proceso legislativo en marcha en el Parlament y no hay aún un texto definitivo.
Aun así, ¿cuál sería su valoración inicial de lo que se conoce hasta ahora de la futura nueva ley turística?
Los principios generales de sostenibilidad, circularidad y digitalización son compartidos absolutamente por los empresarios. Por eso, el pasado 17 de enero, cuando tenía que empezar Fitur, el sector empresarial acompañó al Govern a Madrid en la presentación de dichos principios. Desgraciadamente, eso después se ha roto, pues se ha incorporado una moratoria y también una reducción de la capacidad en caso de que se hagan mejoras, que es algo que ya han criticado la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca y la Asociación de Cadenas Hoteleras, porque va en contra de lo que ha sido la línea que se ha seguido en los últimos años de ir mejorando la oferta turística y la planta hotelera.
¿Les han consultado desde la Administración a la hora de tomar decisiones?
Ha habido comunicación entre el Govern y la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca y la Asociación de Cadenas Hoteleras, pero lo que ocurre es que lo acordado en un principio no es lo que en estos momentos se está tramitando en el Parlament. Las citadas entidades confiaron en que lo que se estaba negociando tendría el apoyo mayoritario de la Cámara y ahora resulta que los grupos que dan su apoyo al Govern están planteando cosas distintas. Eso ha provocado una situación de crisis y de dificultad en la comunicación, que no es nada positiva.
A nivel estatal, ¿cree que al turismo se le da la importancia que merece por su peso en el PIB nacional?
Yo diría que desde hace un par de décadas el Gobierno de España no ha tenido como prioridad al sector turístico. Por lo que se refiere al actual Ejecutivo, algunos de sus miembros incluso han hecho manifestaciones claramente en contra del valor de la contribución del sector a la economía española. No me estoy refiriendo ahora a la ministra de Turismo, que siempre ha sido una persona abierta y sensible a nuestras preocupaciones. Así pues, creo que el sector turístico merece más y tendría que recibir más. Por nuestra parte, tendríamos que organizarnos mejor, de tal manera que fuéramos capaces de forzar esa atención prioritaria que pensamos que merecemos y no conseguimos.
"Por mucho que se diga que se ha de cambiar el modelo, no creo que por decirlo o repetirlo muchas veces se consiga cambiar sin más"
¿El reparto de los fondos New Generation está siendo hoy el más correcto?
Considero que todavía es demasiado pronto para hacer una valoración global de este programa, que se prolongará hasta 2026. Por ello, creo que tenemos tiempo no sólo de recibir las cuantías previstas, sino de ser capaces como país de invertirlas lo mejor posible. También es cierto que las cifras de 2021 de New Generation no han sido positivas, percibiendo menos de lo que estaba previsto y con una aplicación claramente insuficiente de lo recibido, pero aun así se ha de reconocer que 2021 fue un año muy difícil para todos, por las sucesivas olas de Covid que hubo. En ese sentido, se ha de entender la dificultad que existió para poder gestionar adecuadamente estas ayudas.
¿Esa situación puede solventarse este año?
Pienso que en este 2022 deberíamos ser capaces de poder resolver esa situación total y absolutamente. Por su parte, el Gobierno de España y los ejecutivos autonómicos tendrían que ser mucho más sensibles a la participación privada en la ejecución de los fondos New Generation. A modo de comparación, podemos recordar ahora, por ejemplo, el programa de créditos ICO que lanzó el Gobierno para ayudar a la financiación de las empresas, que se articuló a través del sector financiero y que tuvo una capacidad de gestión que permitió llegar prácticamente a todas las pymes y a todos los autónomos que lo necesitaban.
¿Qué queda hoy de aquella Mallorca idílica que diversos viajeros ilustres ensalzaron a principios del siglo pasado?
Bueno, en primer lugar le diría que Mallorca es, con toda seguridad, la isla más hermosa del Mediterráneo, y no digo del mundo para que no crea que exagero —sonríe—. En relación a lo que me pregunta, es cierto que hace un siglo Mallorca era un lugar idílico y extraordinario para los pocos visitantes que venían a la isla, pero también es verdad que era una tierra pobre para los mallorquines, que en muchos casos se veían obligados a emigrar. Ahora, en cambio, Mallorca es tierra de inmigrantes y también un lugar mucho más próspero que hace noventa o cien años. Con esos dos elementos hemos de continuar trabajando de cara al futuro, para intentar seguir mejorando.
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