La popular Francisca Pol ha dimitido de sus cargos por haber publicado en su Facebook (feisbuc, según publicaba un periódico ayer) una imagen trucada de la ministra Chacón en la que se le ve un pecho. Por supuesto, cualquiera convendrá que se trata de una estupidez y un absurdo impresentables; que no tiene sentido publicar fotografías como esa y que el sentido común no ha sobrado en este caso. Pero, ¿cree alguien que republicar una foto de una ministra, incluso inoportuna y estúpida como esta, tiene que ser la primera y única causa de dimisiones en este país? Aquí se ha robado, se ha mentido, se ha engañado y no pasa nada y va y una fotografía, inadmisible pero al fin y al cabo sólo una fotografía, causa una dimisión. Ustedes verán: si no hay un poco de concordancia en las reacciones, quien roba, aplicando la regla de tres, no tendría que dimitir sino que debería exiliarse, como mínimo.
