Si el Mallorca termina fichando a todos los jugadores que se apuntan por ahi en lugar de reducir la plantilla a un máximo de veintidos, la va ampliar hasta los treinta. Ignoro en qué estaría trabajando la dirección deportiva hasta la fecha, pero que los nombres de Salomao, Culio, Medunjanin o Juan Domínguez, hayan salido a la palestra coincidiendo con el fichaje de Fernando Vázquez, que los tuvo en el Deportivo, dice muy poco del trabajo realizado antes de su llegada. Más crece nuestra preocupación cuando el técnico recuerda que el “nos tenemos que adaptar al dinero que hay en el club” porque uno creía que veinte millones daban para mucho y, por lo que se ve, las únicas ofertas que se aceptan en origen son las de un máximo de doscientos cincuenta mil euros o cesiones, claro.
; Tanto dinero ni siquiera la hemos olido en toda la vida. Pero el caso es que tampoco lo vemos. Vamos por partes. Oscar Díaz, del Numancia, ya pasó por Son Moix y no como un ciclón sino sin hacer el menor ruido. Hace mucho claro. Y es que ya va camino de los 32 años. Ortuño es más joven y si, además, le colamos al Zaragoza a Javi Ros hay que bendecir a Lluis Carreras. Amén. Lago Junior es un cromo repetido. No es un mal jugador ni mucho menos, pero entiendo que no mejora sustancialmente a los hombres de banda que ahora mismo siguen en el club: Pereira, Moutinho, Brandon, Roigé y Arana, ya recuperado, han sido de lo poco salvable de la primera vuelta del campeonato.
; Lamentablemente el Alcorcón ha rechazado, dicen en algunos medios, una oferta de un millón por David Rodríguez que, además, firmaba un contrato de quinientos mil euros al año. En fin, él sabrá. Idéntica oferta se le ha planteado al Elche por Sergio León que, mala pata, también ha dicho que no. Igual si volvemos a Bilbao a por Aduriz con cinco millones sobre la mesa, responden afirmativamente. Es broma, ya lo sé.
; ¿Queda alguno más baratito por ahí?. Bueno, hasta el lunes a las doce de la noche todavía pueden aparecer muchas opciones más. Esperaremos pacientemente la confirmación de los rumores en circulación, pero Robert Sarver sigue en Estados Unidos, Claassen convaleciente y sería hora de remitirle un mensaje: “show me the money” (“enséñeme la pasta”)