El mundo de la política no le era desconocido a su llegada a la alcaldía de Alaró. Fue usted regidor de Urbanismo y teniente de alcalde del municipio mallorquín…
Tenía rodaje a mi llegada a la alcaldía, aunque prefiero verlo todo como si fuera relativamente nuevo. Es mi espíritu de continuar aprendiendo y de ir acumulando experiencias.
¿En algún momento le molestó que el titular a su llegada a la alcaldía fuera: “… el primer alcalde negro de Mallorca”?
No. Es un hecho sociológico y sabía que pasaría. Di por descontado que habría un poco de ‘circo’ con todo eso, era inevitable y lo viví entre la normalidad y la resignación. En el mundo mediático cuando te cuelgan una etiqueta existe una tendencia a que se repita una y otra vez. Sucedió porque nunca antes había pasado y porque es un hecho sociológico que tiene una trascendencia muy importante, en mi opinión. Poco a poco las sociedades han dejado de ser homogéneas, tanto cultural como racialmente, y que se diera este hecho de manera visual propiciaba esos titulares y lo entiendo perfectamente.
Creo que estoy en un momento ‘sí’ de mi vida, es decir, si me proponen retos los acepto
Los acontecimientos políticos se han ido sucediendo muy rápido. Alcalde, coordinador de Més y, recientemente, candidato a las primarias para el Consell de Mallorca. ¿Cómo ha sido el camino?
El camino ha venido solo, no lo he buscado. Por una parte, llega por la confianza de los compañeros y por otra parte, creo que estoy en un momento ‘sí’ de mi vida, es decir, si me proponen retos los acepto. Tanto en referencia a la coordinación del partido como a concurrir a las primarias para el Consell, cuando adquieres un determinado compromiso es lógico que éste continúe. Es trabajar por un partido, por un entorno y por una tierra. Déjeme que le explique una cosa; estoy en deuda con Mallorca y alguien puede pensar que ésta no es la manera, pero tengo la necesidad de devolverle algo a esta tierra. Alguien podrá decir que sueno grandilocuente pero es mi manera más sincera de devolver lo recibido.
¿Desde el Consell de Mallorca?
Hay muchas formas de hacerlo y ésta es una de ellas.
El 30 de marzo aseguró en una entrevista que no se presentaría. El 30 de abril dio el paso. ¿Qué ha cambiado para tomar esa decisión?
Es curioso, sí. Las tornas cambian y son situaciones que se presentan, pero no tiene más historia.
¿Es una situación de partido?
No, no es una situación de partido y sí responde a mi entorno más cercano. Dije que no me iba a presentar pero había gente que me insistía.
Su nombre sonó para liderar el partido, para ser el candidato al Parlament…
Eso no sucedió realmente así. Se propusieron una serie de nombres, se hizo un sondeo, un tanteo, pero en ningún momento fue únicamente mi nombre el que sonó. No respondió a una petición directa del partido, para que se entienda, los medios lo recogieron así y se disparó.
¿Cree que sería un buen presidente del Consell de Mallorca?
Creo que podría aportar una visión nueva de alguien que no viene del mundo de la política sino de los movimientos cívicos. Creo que mi experiencia como consecuencia de una Mallorca que se está ‘cocinando’ y que es mucho más diversa podría aportar algo nuevo.
La normalidad democrática incluye disputas y tensiones. Creo que la primarias son un buen sistema para escoger líderes
Nos sorprendió el resultado de la asamblea en la que usted salió elegido coordinador de la formación junto a Bel Busquest. La sorpresa viene porque desde la formación se quería una lista unitaria y no fue así…
Desde hace mucho tiempo el partido tiene una tradición de liderazgos compartidos, de la visualización de dos personas con una paridad integrada. A la gente le gusta llamarlo bicefalia, a mi me gusta llamarlo liderazgo compartido. Biel-Fina, David (Abril)-Fina… lo lógico era continuar con esta ‘marca’ de partido. No le negaré que en un momento dado hubo debate pero finalmente la Asamblea se decantó por seguir con la tradición de dos referencias dentro del partido.
¿Este tipo de debates internos de cara al exterior sobre el liderazgo en un partido son sanos, es decir, ayudan o desgastan?
Claro que son sanos. No me gustaría ser militante de un partido de pensamiento único; me refiero a los grandes partidos del Estado de estructura vertical. Prefiero militar en un partido en el que haya debate y haya pactos y discrepancias. No veo nada malo en ello, es más, ayuda a enriquecer la cultura de partido y la organización. Un partido como Més, nace desde la calle hacia arriba, con una experiencia municipalista en el que se han ido agrupando una confluencia de sensibilidades acostumbradas a discutirlo todo (ríe). Ahora, es posible que seamos más lentos a la hora de llegar a acuerdos en determinadas cuestiones. No hay luchas en el partido, existen diferencias de opiniones y discrepancias a la hora de enfocar diferentes cuestiones.
¿Discrepancias de criterios o de nombres?
De criterios. Las asambleas son muy divertidas; vas con unas ideas, te ofrecen otras, las debates… pero es nuestra forma de hacer partido y me gusta. Las organizaciones son esto: dialéctica y pacto, pacto y dialéctica y desde mi punto de vista es bueno que exista.
¿El baile de nombres no afecta al conjunto del partido? Bel Busquets, usted, Fina Santiago, Miguel Ensenyat…
La normalidad democrática incluye disputas y tensiones. Creo que la primarias son un buen sistema para escoger a los líderes. Fina Santiago y Miguel Ensenyat, obviamente no son la misma persona ni tienen la misma trayectoria. Miquel Ensenyat viene del Consell y anteriormente de la política municipal (fue alcalde de Esporles) y de Fina Santiago que voy a decir; no voy a leer su currículum porque es impresionante y ésta, principalmente, es la riqueza de nuestro partido. Que estas dos personas se puedan postular es positivo para para la formación. Més ha crecido más allá de PSM y de Iniciativa; hay una gran parte de la militancia que no funciona de esta forma binaria.
No tendré la sensación de haber perdido porque no se trata de ganar o perder
Las primarias se celebran el próximo 9 de junio. ¿Cómo está el ambiente a nivel partido y cómo lo vive usted?
A nivel personal el corazón late fuerte porque no deja de ser una cosa bastante emocionante. Es un reto y como en todos los retos existe ese punto de vértigo por todo lo que representa exponerte a la militancia y que esta diga sí o no, aunque soy optimista por naturaleza. También le voy a decir que, salga el nombre que sea, gana el partido, tanto en el Consell como en el Parlament. Los cuatro candidatos son los mejores que podíamos presentar. Lo más fácil sería que el que tenga más fuerza gobierne pero aunque sea más complicado como lo hacemos nosotros creo que la sociedad es la que gana.
¿Si Guillem Balboa no gana le harán un ‘Íñigo Errejón’, es decir, le quitarán de la primera línea?
No tendré la sensación de haber perdido porque no se trata de ganar o perder se trata de tener o no el apoyo mayoritario de la militancia, aunque le contesto; continuaré trabajando desde donde me toque estar en ese momento, pero no tengo la sensación de ir a perder.
Hagamos un ejercicio de primarias. ¿Miguel Ensenyat o Fina Santiago?. Teniendo en cuenta la forma de ser de cada uno y la idea que se tiene de sus diferentes gestiones al mando de sus respectivas labores, ¿juega Santiago en desventaja?
No lo sé, eso lo dirá la militancia y en mi opinión Fina Santiago no juega en desventaja. Creo que la percepción de lo que usted dice es más a nivel prensa que a nivel simpatizantes y militancia. Dentro del partido es todo mucho más plural. No me atrevería a decir que hay un claro vencedor y voy a decirle más; creo que son dos perfiles que se complementan y que podrían trabajar juntos perfectamente.
¿Quién sería mejor presidente de los dos?
Eso no se lo puedo decir porque no lo sé. Los dos serían excelentes presidentes/a.
¿Usted o Bel Busquets para el Consell?
¡Uf! (ríe) buena pregunta… Los dos aportamos pero creo, y me tiro a la piscina, que sería interesante para el Consell incorporar un perfil como el mío. Me gustaría ser representativo no sólo dentro del partido sino de la cultura que representa la organización en cuanto a visión de país.
Una respuesta muy fina para decir que se ve usted por delante de Busquets…
No lo he dicho así porque hay muchos matices en esa respuesta y en el hecho de ser presidente, pero creo que mi experiencia sería interesante y mi aportación buena para el Consell.
¿David Abril es una pieza del partido, o un activo, que se ha perdido? ¿Le volveremos a ver en primera línea?
David Abril es una pieza muy valiosa tanto para el partido como para la política y no la hemos perdido. Por cuestiones de tipo personal se ha tomado un ‘kit-kat’ porque toda un serie de años al máximo nivel y con mucha intensidad genera un desgaste. Abril continúa siendo un activo para el partido como estructura y dentro de nuestro ‘entorno’ político que a mi me gusta llamarle 'mundo'; es decir, personas e inputs que entran y salen pero que forman parte. Y sí, no tengo ninguna duda de que volveremos a ver a David Abril, si no es primerísima línea, justo detrás de esa primera línea. David Abril es un animal político y no nos puede faltar.
Lo que debemos tener claro es que en cuatro años no se puede revertir el modelo actual; eso reclama mucha más presencia y actuaciones a medio o largo plazo
Hace poco pude entrevistar a Jaume Adrover, de Terraferida, y hablábamos sobre la decepción de algunos votantes con las políticas llevadas a cabo desde el Pacte a un año de las elecciones. ¿Cree que eso les pasará factura?
Creo que tenemos que ver de dónde venimos, de cómo hemos ido creciendo a nivel estructura y el tiempo que llevamos en el Govern. Entiendo lo que opina Terraferida pero estamos hablando de un modelo que necesita tiempo para su implantación. Ojo, que nosotros venimos de allí, de la calle y lo que hemos de tener claro es que en cuatro años no se puede revertir el modelo actual; eso reclama mucha más presencia y actuaciones a medio o largo plazo y, en ocasiones, los resultados no son inmediatos. Obviamente ha habido cosas que no se han hecho bien pero estamos en el camino. También le digo que gestionar las expectativas, en ocasiones, es complicado porque cada uno se marca las expectativas que quiere y es verdad que venimos de una necesidad de urgencias pero ahí están las leyes de Cambio Climático, de Residuos, la tasa turística, etc.. hay cosas que se han conseguido en esta legislatura que no se pondrán en valor hasta que pase el tiempo y estoy convencido que cualquier Comunidad que pretenda hacer lo mismo nos mira con envidia. Hay que encontrar un equilibrio entre la crítica feroz y lo que se ha conseguido y debemos trabajar para ir de la mano.
Me comenta que aunque hay cosas que se han hecho bien, otras no. ¿Qué no se ha hecho bien?
Probablemente hemos fallado a la hora de explicar el por qué de determinadas actuaciones. Por ejemplo en el tema de la Autovía a Campos; deberíamos haber explicado mejor que ya estaba pactada antes de entrar. Era uno de los ítems de los ‘Acords pel Canvi’ que puso el PSIB sobre la mesa y entendemos que se esperaba de nosotros que se revirtiera pero no podemos revertir algo que está en unos acuerdos de gobierno. También es probable que en otros casos hayamos cedido más de la cuenta.
¿Marcan la agenda del Govern estas organizaciones?
No. La agenda del Govern no la marcan ni una ni dos organizaciones, lo marca el contexto en general porque somos un gobierno para todos. Debemos tenerlas en cuenta pero también a otros sectores, como el social y el sindical, el empresarial, el docente…
¿Se está protegiendo la posidonia o se pretende limitar el número de embarcaciones?. Desde el sector náutico se muestran bastante molestos…
No tengo ninguna duda que desde la conselleria del Sr Vidal se ha hablado con todos los sectores y obviamente el sector náutico es un sector potente, pero también sabemos que la situación de la posidonia es la que es teniendo en cuenta que es uno de los valores que tenemos en el archipiélago a nivel turístico. Debemos encontrar el encaje entre una cosa y la otra y actuar con sentido común. Entiendo que debemos avanzar todos y los intereses legítimos de todos los sectores deben ser escuchados y tenidos en cuenta. Debemos ser conscientes de dónde nos viene el dinero.
La época de las grandes mayorías que gobiernan solas ha pasado por lo que siempre deberemos estar gestionando
La batalla más reciente en el seno del Pacte ha sido la llamada ‘enmienda Nadal’. Nel Martí aseguró que Podem y PSIB le pidieron a Més per Menorca que mirara hacia otro lado. Jarabo aseguró que le habían pedido que apoyara un cambio de la enmienda a otra ley… ¿No cree que eso desgaste y que parezca que no hay sintonía?
Las posibilidades de desgaste en política son muchas y cuando uno se muestra coherente no tiene porqué haber desgaste. Nosotros dijimos no a la enmienda en ponencia y en comisión y votaremos no porque no estamos de acuerdo. Los pactos requieren gestión y se lo digo por mi experiencia en Alaró y el Pacte de Govern está dando buenos resultados, como el de Alaró. Personalmente no lo veo como un desgaste sino como un aprendizaje en cuanto a gestión se refiere y creo que nos deberíamos acostumbrar, desde un punto de vista político, a ser un reflejo de la sociedad compleja en la que vivimos. La época de las grandes mayorías que gobiernan solas ha pasado por lo que siempre deberemos estar gestionando. Vamos hacia una cultura de pactos, hacia una cultura de discusiones y de resoluciones y a lo que los viejos marxistas llamaban dialéctica y eso es muy sano. Este pacto no ha tenido muchas fricciones, sobre todo si lo comparamos con otros pactos anteriores, y creo que lo estamos haciendo razonablemente bien.
¿Cómo ve el panorama político en España?
Con preocupación, sobre todo en cuanto a libertad de expresión se refiere. Viví el mundo cultural de los 80’ y se podían decir cosas que ahora mismo no serían posibles y tengo la sensación de que estamos yendo marcha atrás. Estamos involucionando en lugar de avanzar y evolucionar. Quizá el poner en duda los modelos establecidos, de familia, de cultura, de trabajo, de matrimonio, o de género hace que haya quién mire hacia atrás y quiera recuperar tiempos pasados.
¿A Més le 'asusta' más el PP o Ciudadanos, políticamente hablando?
Personalmente sí me da miedo Ciudadanos y a nivel partido, por el discurso que mantienen, creo que su avance es preocupante. El discurso de querer disfrazar de modernidad un mensaje que va completamente al contrario, es decir, que tira hacia el pasado es peligroso. A nivel electoral hemos visto encuestas que hablan de la subida de Ciudadanos pero aunque ya sabemos como funcionan las encuestas, sería preocupante que subieran. Un gobierno PP-Ciudadanos sabemos en qué se basaría porque son sus mantras; la lengua, la educación y la recentralización de determinadas competencias afectaría y mucho a nuestra CCAA, que es muy diversa y plural.