Se trata de un mero, un mero borde y dos "raspallones" que el establecimiento tenía en la cocina y que habían sido pescados con fusil, una práctica prohibida. A raíz de esta campaña iniciada en junio, también se han decomisado 23,6 kilos de pescado capturados con la misma técnica y que supuestamente se vendían en el mercado negro.
El conseller de Economía y Territorio de Menorca, Bep Pastrana, ha explicado que durante esta época del año se incrementan las labores de vigilancia.
"Cada temporada intensificamos las campañas de vigilancia tanto en restaurantes como en zonas sensibles de pesca, con el fin de evitar que se produzcan situaciones irregulares como estas y que nos preocupan", ha advertido.
Una vez pasan los controles sanitarios, los ejemplares intervenidos se dan a un centro benéfico, que en este caso ha sido a las monjas de Santa Clara.
Las embarcaciones de vigilancia se encuentran en Fornells, la Isla del Aire de Sant Lluís y en Mahón.
Suscríbase aquí gratis a nuestro
boletín diario. Síganos en
Twitter y
Facebook. Toda la
actualidad de Mallorca en
mallorcadiario.com.