Ya pareció muy atrevido y fuera de lo común que la alcaldía de Palma, la capital de Balears, se repartiera dos años para el candidato del PSIB, José Hila, y dos años para el candidato de Més per Palma, Antoni Noguera, con la anuencia de Som Palma, el partido instrumental que Podem creó para presentarse a las elecciones locales de 2015. Esta propuesta, aceptada por aquellos que presumían de mirar por el bien común y no por las poltronas o los cargos, supone el mercado más grande que jamás habrá padecido la alcaldía de Ciutat. Pero ahí está y así que se llevará a cabo el próximo mes de junio, cuando Hila ceda la vara de mando al hasta ahora 2º teniente de alcalde y concejal de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna, Antoni Noguera.
Siendo peculiar esta forma de repartirse la alcaldía de Palma, nunca vista hasta ahora, es rizar el rizo pretender que Noguera no pueda nombrar a su personal de confianza y tenga que asumir como propios a la coordinadora de alcaldía, Yolanda Serrano y al director de comunicación, Joan Carles Palos. Y del mismo modo, Hila trabajar en Urbanismo con los altos cargos de libre designación colocados por Noguera en el departamento. De confirmarse esta anómala situación, es fácil predecir que habrá problemas importantes más pronto o más tarde. Y siendo esto previsible, es absurdo que no se corrija antes de que los haya, porque es natural que cada cual quiera trabajar con su equipo de confianza y no con el equipo de otros.
