Michael Schumacher, que lleva en coma inducido desde el 29 de diciembre de 2013, tiene una neumonía y ha tenido que ser tratado con antibióticos, según informa el diario
Bild.
El expiloto de Fórmula 1, que sufrió un grave accidente de esquí en la estación alpina de Méribel, continúa ingresado en la Clínica Universitaria de Grenoble (Francia), donde los médicos empezaron hace dos semanas y media a despertarle progresivamente.
Aunque
Schumacher, de 45 años, ha mostrado reflejos ante algunas de las pruebas neurológicas que se han sido practicadas, no ha mostrado aún reacciones que inviten al optimismo entre los especialistas que le tratan.
La neumonía que sufre desde hace unos días podría haber frenado esa fase de ir quitándole paso a paso los sedantes.