Los alcaldes Juan Rodríguez, Francisca Porquer y Maria Pons han instado a la presidenta balear, Francina Armengol, a que financie la infraestructura con fondos del impuesto de turismo sostenible (ITS), cuya inversión sería de unos 14 millones de euros, han explicado en un comunicado.
Se trataría de una infraestructura que, gracias a su portabilidad, podría moverse y utilizarse en otras zonas de la isla cuando las circunstancias lo requieran.
Según los alcaldes de Ses Salines, Campos y Santanyí, con el concurso de esta nueva infraestructura se garantizaría el suministro de agua apta para el consumo humano, se abaratarían costes y, por tanto, el precio final del agua para el consumidor, entre otros aspectos.
Los tres municipios han recordado que el sur de Mallorca es una de las zonas con menos precipitaciones de Baleares y que, en los últimos años, se ha detectado una problemática en relación a las aguas suministradas para el consumo humano.
Al no disponer de más recursos subterráneos en la zona ni la posibilidad de conseguir pozos que aporten caudal en cantidad y calidad suficiente, estos municipios requieren nuevas soluciones en el suministro de agua potable para contribuir a la mejora de la calidad del agua para consumo humano y garantizar su suministro.
Por otro lado, estos ayuntamientos han precisado que el consumo energético de la desaladora que reclaman al Govern se resolvería con placas fotovoltaicas de una potencia de 300 kwp, que producen la energía necesaria del sistema, siendo por tanto una planta sostenible.
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