Una semana pasteleando con la amenaza-chantaje de la huelga de EMAYA y hoy nos encontramos con que los "buenos" del comité de empresa la desconvocan.
Me gustaría que fueran claros con sus explicaciones tanto ante los trabajadores como ante los palmesanos y los ámbitos económicos que han salido a la palestra estos días para señalar la grave irresponsabilidad que suponía convocar una huelga de limpieza y recogida de basuras con la isla a rebosar de turistas.
Lo denuncié aquí mismo hace una semana. La convocatoria no tenía ni pies ni cabeza. No la tenía y no la tendrá cuando les dé por volver a amenazar en Navidad, en Semana Santa o el verano que viene. Aunque, claro, el verano que viene a lo mejor está el comité de empresa de EMAYA en el equipo gobierno municipal si se presenta a las elecciones y las gana. No sucederá.
Además, no han obtenido lo que pretendían. Se crea la figura del peón por si hay exceso de trabajo. Bien por el Ajuntament de Palma que ha aportado su granito de arena en forma de sentido común. Esto no costará los 9 millones de euros anuales que hubieran supuesto las pretensiones sindicales, que no laborales.
la huelga se ha desconvocado porque el comité de empresa se ha encontrado en la difícil situación de tener que intentar convencer a esos más de mil trabajadores de que tenían que secundar una huelga que a los dos días la justicia podría declarar ilegal (habilidad del Ajuntament). Un dictamen que hubiera hecho mucho daño al bolsillo de los huelguistas. Eso sí, los miembros del comité de empresa seguirían siendo los "liberados" de la casa, con todo lo que eso supone.
Nadie nos hemos creído la huelga (tercera amenaza por tercer verano consecutivo), y no nos creeremos la de Navidad. Alguien tendrían que revisar a fondo qué pasa en esta empresa municipal que, no hay que olvidar, es servicio básico y esencial.