En Baleares, nunca había habido una carta multicéntrica de 100 jefes de servicio y coordinadores hospitalarios de todas las islas, dirigida a la presidenta Armengol en defensa de la sanidad pública. Nunca se había realizado un posicionamiento tan explícito y exigente ante el futuro de la sanidad pública en Baleares y más tras la pandemia que hemos afrontado y donde el compromiso, la responsabilidad y la excelencia profesional de los profesionales ha sido de altísimo nivel, a pesar de las carencias y del riesgo que han corrido. Como no podía ser de otra forma, la carta escrita de forma muy educada y elegante empieza agradeciendo y valorando la labor de todos los colectivos sanitarios, para después centrarse de forma muy reivindicativa en dos puntos clave: NO A LOS RECORTES Y SOLVENCIA EN LA FINANCIACION SANITARIA. No podemos tener una financiación sanitaria para una sanidad pública solvente, con el 6.5% del PIB. Esta pandemia ha retratado a los políticos y gestores y ha desnudado nuestras debilidades y nuestras insuficiencias sanitarias, desgraciadamente con un alto coste humano para el colectivo médico: 60 fallecidos. No podemos seguir así porque esta pandemia puede resurgir de nuevo y tenemos que estar preparados.
Todos los médicos sabemos que nuestros gestores en sanidad utilizan palabras blandas para expresar situaciones duras donde se trata de camuflar, dulcificar u ocultar ciertas realidades. Lo hacen todos, ahora y siempre. Todos sabemos que en nuestra sanidad hoy, hay una palabra que no se puede pronunciar y que esta proscrita y es como no, la palabra RECORTE. Pero, este año no hay recortes, dicen de forma altiva y contundente, “ vamos a poner en marcha medidas eficientes, medidas para rentabilizar recurso y plantillas, planes de estabilización y no asunción de compromisos de gastos, procesos de ajustes de costes y medidas racionales adaptadas al contexto psicosocial y acotadas a la viabilidad presupuestaria.
En Huse, que no se sustituyan al 80 %, ni siquiera a médicos con la baja maternal y que no se contratan profesionales es optimizar recursos adaptados a un escenario imprevisible e inestable a nivel presupuestario que ponga en duda su viabilidad. Retorica mucha retórica, mucho bla bla bla, confuso, profuso y difuso, para camuflar el recortazo. Ahora, también la austeridad, “la reina de los eufemismos “está en alza para justificar los recortes, aunque los gestores utilizan otros eufemismos como “disponibilidad presupuestaria”. Así que ya saben este año no recortan solo ajustan y si no que se lo pregunten a los médicos del servicio de medicina interna ante el cierre del Virgen de la Salud durante cuatro meses. ¿Dónde irán los pacientes sociosanitarios, a Huse? 250 euros versus 850 euros la cama. ¿Es eso eficiencia, indi-gestión sanitaria o recortazo?
Por otra parte es inadmisible que Baleares sea la única comunidad del estado que no implemente el complemento Covid 19 a sus profesionales. No es razonable, con el esfuerzo y el riesgo que han corrido los profesionales de servicios específicos y con el número de sanitarios infectados que el Ib salut pierda la oportunidad para poner en valor, reconocer y agradecer de forma retributiva la gran tarea realizada. Es cuestión de inteligencia emocional y no es el trato que los profesionales merecen. Simebal, ya propuso al Ib Salut la fórmula más adecuada, a la que se adhirieron todos los sindicatos Los profesionales están esperando la respuesta. Por otra parte, hay una gran incertidumbre y preocupación en el colectivo médico por cuestiones muy importantes que les atañen exclusivamente y que son derivadas del decretazo, recientemente aprobado y pendiente de su tramitación. Hay una calma latente pero la tensión medica ha aumentado por el citado decretazo, que no se aplica en ninguna comunidad autónoma. Curiosa forma de agradecer a los 3.500 médicos de la sanidad pública balear la tarea realizada. Esto ha generado muchos rumores negativos y una creciente crispación, pero también hay mucha confianza ante la capacidad de con-cordia y con-senso, ampliamente demostrada por un médico, a la sazón, Director General del Ib Salut, el Dr. Juli Fuster.
Por cierto, ahora es el momento de exigir al Gobierno central los 2.800 millones de nuestra deuda sanitaria histórica. ¿Lo hará el Govern? O volverá a decir si, amen al ínclito Sánchez.
Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.