Indignación y preocupación entre los empresarios de restauración de Palma tras conocerse que Cort prohíbe el mantenimiento de los toldos tipo 'caseta' a partir del 5 de marzo.
Desde Restauración Mallorca argumentan que la asociación solicitó un aplazamiento de la medida en base a "motivos coherentes", como el desconocimiento por la gran mayoría de negocios del día de retirada obligatoria, la grave situación económica que muchos atraviesan o las expectativas de la recesión que se prevé para este año.
De hecho, aseguran que esta medida puede suponer el cierre de múltiples negocios que sientan sus expectativas de beneficio sobre terraza. "Tiempo al tiempo. El problema es que cuando se nos dé la razón, ya habrán afectado a muchos pequeños empresarios y familias", indican en una nota de prensa".
"No está de más recordar que los restauradores también son vecinos y ha sido cuanto menos sorprendente que –tanto por parte de la Administración Local como de algunas, no todas, asociaciones vecinales- se hayan podido manifestar en contra de la moratoria de unos 6 meses a efectos de poder informar correctamente al restaurador y terminen de amortizar su inversión en unos toldos y paravientos muy caros, puesto que los mismos no molestan a nadie", continúan.
Según los restauradores, el tema seguirá trayendo cola puesto que supone un problema real el hecho de que las nuevas sombrillas no quepan dentro de los locales y también se exige su recogida al final del día.
"Es muy importante que el Ayuntamiento pueda entender que esto no es una guerra entre vecinos y restauradores y la Administración como espectadora, sino que es su deber poder escuchar y atender las peticiones de ambos lados y, consensuadamente, concederlas; y no como se está realizado últimamente de conceder todas las peticiones vecinales y negar la totalidad de peticiones de los restauradores. Ello derivará en una Palma menos atractiva no solo para Europa y el turista, sino que nos referimos para el propio vecino de Palma", concluyen.
Restauración y el sector del comercio se plantean llevar a cabo una serie de acciones conjuntas y seguir luchando por "estos dos sectores que la administración está asfixiando".
A PARTIR DEL 5 DE MARZO, MULTA
Todo después de conocer que el Ayuntamiento de Palma no ampliará la moratoria que permite mantener instalados toldos tipo 'caseta' en las terrazas de bares, cafeterías y restaurantes, por lo que deberán estar retirados antes del 5 de marzo.
Según el portavoz del Ayuntamiento, Alberto Jarabo, los restauradores han tenido 18 meses para adaptarse y deberán sustituir los elementos prohibidos en la ordenanza por elementos autorizados, como sombrillas, o se expondrán a sanciones.
Jarabo ha precisado que hay 127 locales con este tipo de terrazas, aproximadamente un 10 por ciento del total con autorizaciones de ocupación de la vía pública.
El regidor ha defendido que la base de estos cerramientos "ocupa mucho espacio" y que supone un obstáculo para los peatones. Así, ha reconocido que la decisión no ha "gustado" entre los restauradores pero cree que "facilitará que la convivencia sea más razonable" en la ciudad.
Jarabo también ha detallado que el cambio se ha notificado cada vez que un establecimiento renovaba su autorización.
La nueva ordenanza sólo permite mamparas, macetas, cortavientos y sombrillas no anclados al pavimento. Además, no se podrán situar de forma que formen un cerramiento o que propicien la privatización del espacio público o intercepten el tránsito de peatones.
Las sanciones previstas en la ordenanza van desde los 100 euros para las infracciones leves hasta los 3.000 euros en los casos más graves. Si el establecimiento sancionado reincide, el Ayuntamiento podrá decretar una suspensión cautelar de la actividad.
La ordenanza fue aprobada en julio de 2018 pero se acordó incluir una moratoria de 18 meses para facilitar que los bares, restaurantes o cafeterías pudieran adaptar su mobiliario urbano.