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Del "país de camareros" a rescatar la hostelería

sábado 30 de mayo de 2020, 00:00h

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Los 300.000 bares, restaurantes y cafeterías que agrupa la asociación Hostelería de España han emprendido una singular campaña para atraer la atención sobre la difícil situación que atraviesa el sector y las escasas respuestas que reciben de las administraciones, en particular del Gobierno. Así, durante unos días la mayoría de establecimientos dejan una mesa vacía con un cartel en el que se puede leer “Mesa reservada para el diálogo con el Gobierno", como símbolo de la predisposición del sector a trabajar conjuntamente con el Ejecutivo y como recuerdo de las muchas de sus peticiones que no se han atendido hasta ahora.

A esta campaña pública se sumaban esta semana los más conocidos chefs de la gastronomía española, desde Ferran Adriá, a Martín Berasategui o Joan Roca. Porque el problema afecta tanto a aquellos que gozan de estrellas Michelin como a los más modestos bares de barrio. Todos arrastran carencias no atendidas durante años, a las que se han sumado ahora las urgencias provocadas por el cierre decretado durante meses y las consecuencias que llegan impuestas por la desescalada, en términos de aforos o de nuevas instalaciones de separación y seguridad.

En Baleares, los hosteleros calculan que tardarán 500 días en recuperarse, un periodo muy largo en el que lo más probable es que muchos -desgraciadamente- no resistan. Por ello urge impulsar el plan estratégico que reclama el sector, ideado para salvar el máximo número de empresas y trabajadores. Flexibilización de los ERTEs, líneas de financiación que mejoren las actuales del ICO, aligerar la presión fiscal, reducción del IVA, ayudas a los alquileres... En definitiva, un plan integral de reactivación del sector que Ferran Adriá definió como un Plan Marshall para la hostelería.

En países como Francia -que también tiene una importante dependencia del turismo y una amplia experiencia hostelera- los recursos públicos embarcados en este fin alcanzan los 18.000 millones de euros. El Gobierno español haría bien en aceptar la invitación a dialogar mostrando interés por defender un sector mayormente formado por pymes, micro-pymes y autónomos, que es algo más que un sector económico.

Lejos del cliché del "país de camareros" con el que algunos políticos quieren denostar un modelo concreto, la hostelería tiene mucho que ver con la idiosincrasia nacional y con la propia fisonomía y costumbres de nuestras ciudades y pueblos, además de su valor como tejido económico. En un momento de crisis como el actual, es urgente acudir en su rescate y ayudar a que su recuperación no sólo sea posible, sino que no sea tan lenta.