Sufrieron dos golpes de mar, que llenaron la embarcación de agua provocando que fuese a pique. Los tripulantes consiguieron llegar a tierra nadando, pero se encontraron en una zona abrupta de la que no pudieron escapar debido, además, de que no contaban con calzado.
Al llegar a la cala, el equipo de rescate, compuesto por personal del Grupo de de Rescate Especial e Intervención en Montaña (GREIM) y efectivos del Servicio Aéreo, decidió que la única opción para extraer a las seis personas era con la mayor seguridad era mediante el uso de la grúa del helicóptero. Tras seis ciclos de grúa fueron trasladados uno a uno a una zona segura donde una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Pollença-Alcudia se hizo cargo de los rescatados.