THINK UP CULTURE!
Las ciudades y territorios actuales se enfrentan a varios retos derivados de los flujos turísticos. La cultura y las industrias culturales y creativas son un elemento clave en las estrategias para el desarrollo urbano y regional.
Think up Culture! llega por cuarto año consecutivo con la intención no sólo de inspirar sino de fortalecer y dar oportunidades a los emprendedores del ámbito cultural y creativo. Se trata de un foro de debate y conocimiento sobre la financiación de las industrias culturales y creativas que pretende por un lado, mentorizar, acelarar y hacer seguimiento de proyectos en este sector a la vez que es una plataforma de oportunidades, diálogo e ideas para esta industria.
El proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, la Agència Turisme de les Illes Balears, el Ajuntament de Palma, la Fundació Mallorca Turisme, la Iniciativa Ramon Llull 2030, entre otras entidades.
“El tejido industrial, no solamente en Palma sino el balear es mucho más pequeño del que creemos. Las iniciativas que generan economía son pocas y uno de los objetivos que tiene Think Up Culture es identificar tendencias globales, sobretodo europeas y tratar de implantarlas aquí con todo lo que eso significa”, asegura Cristina Gómez, una de las impulsoras del proyecto.
Los inicios de Cristina y de Anna en Think Up ya estaban de sobra relacionados con la industria cultural, aunque miraban hacia un sector determinado.
“Hace cuatro años trabajábamos en el clúster audiovisual de las islas y surgió la idea de reconvertirlo hacia la industria cultural en general y hacer una plataforma con conferencias de este tipo vimos que nos servían para que se comenzara a hablar de estas industrias culturales y creativas cuando todavía era algo desconocido en el ámbito balear.”, nos cuenta Anna Aguiló, socia de Cristina en Think Up y cabeza visible del proyecto.
El formato de las conferencias para aportar ideas y dar a conocer la idea del Distrito Cultural de Nou Llevant como dinamizador de la cultura en Palma será dinámico e inclusivo, como aseguran las creadoras de Think Up Culture!.
“No deben ser unas conferencias de gurús, aburridas y técnicas sino que deben ser conferencias muy interactivas donde el público tiene un rol fundamental, con infografías claras del proyecto. Al no tratarse de conferencias masivas los asistentes se implican activamente y este año, al coger el testigo de Distritos Culturales, nos hemos encontrado con que el proyecto genera controversia.", afima Cristina.
"Cómo se va a hacer todo esto es la pregunta que se hacen y nos hacen, por lo que hemos recopilado iniciativas inspiradoras para lo que podría hacerse aquí. Existe gente que está trabajando en Postdam (Alemania), en Londres, en Liverpool… y que hace cosas maravillosas sin haber inventado nada nuevo, simplemente generan ingresos para desarrollar los proyectos.”, explica Cristina y para ello, es básica la ayuda de la administración.
La idea es, posteriormente a las conferencias, que los colectivos que hayan propuesto ideas puedan llevarlas a cabo con su ayuda. “El área de Urbanismo de Cort está involucrado pero ahora se han de buscar los activos económicos para llevar a cabo todo esto”’, afirman.
"Lo que pretende Think Up es dar sustancia a toda esa toma de decisiones que se van a tener que llevar a cabo dentro de un plan estratégico para toda la fachada marítima y el distrito cultural y nosotras contribuiremos en nuestra medida para que así sea. Hay que ser optimistas aunque las cosas hay que verlas día a día. Se deben tener los arrestos para que políticamente esto salga adelante”, afirman sus creadoras.
DISTRITO CULTURAL NOU LLEVANT
“Se busca la transformación de las ciudades a través de las industrias culturales y creativas y el Nou Llevant es un espacio ideal para ello pero lo más importante, además de cómo organizarlo, es de dónde se sacan los fondos para ello. Hay muchas ideas para ese distrito y va a haber una sesión dedicada a esto. Vamos a tener un mapa enorme en el que la gente podrá ir aportando ideas de cómo llenamos de contenido ese futuro distrito cultural del Nou Llevant”, asegura Anna y tienen muy claro cómo llevarlo a cabo.
“Para la creación de un espacio cultural fijo, es decir, Distrito Cultural se necesita la voluntad del ayuntamiento para saber cómo llevarlo a cabo y movilizar a todos los agentes que deben intervenir en su creación”. Debemos dejar de pensar en edificios y comenzar a pensar en contenido, en generarle una demanda a ese distrito” explica Cristina.
“Todos los distritos culturales europeos están creados de manera artificial, como lo sería este. No se trata de invertir el poco dinero que tiene un ayuntamiento en reformar edificios, sino que debe generar contenidos para que los profesionales trabajen; generar dinámicas y sobre todo generar demanda. Se trata de políticas a largo plazo y aquí hay una oportunidad inmejorable de crear un distrito cultural, pero se corre el riesgo de tener edificios vacíos.”, alertan.
“El tejido que tenemos en la ciudad, es el que es. Es pequeño, muy sufrido y probablemente una de las estrategias que logre la sostenibilidad sea atraer ’target’. De facto, ya hay muchísimos profesionales del norte de Europa que pasan grandes temporadas aquí y debemos aprovecharlo y no tener miedo a interactuar. Hay que coger más aviones y aprender más idiomas”, apunta Gómez.
Anna y Cristina cuentan con la experiencia suficiente a la hora de realizar eventos para poner en contacto a instituciones públicas y privadas además de a colectivos culturales y la ciudadanía.
“Llevamos a cabo otras iniciativas y la respuesta del público mallorquín es estupenda, pero de ahí a que todo el mundo se pueda ver involucrado culturalmente hablando es otra historia”, apuntan, y para ello, creen tener la receta. “Hay que crear negocio para que la gente acabe involucrada. Las instituciones públicas tienen una obligación en cuanto a financiación de iniciativas culturales pero también tenemos la obligación de salir a buscar negocio como se hace en el resto de los sectores. Se piensa que la industria cultural vive de subvenciones pero el desafío, como pequeña empresa que somos, es salir a buscar negocio fuera, identificar las necesidades y crear negocio que genere empleo”.
La creación de la llamada 'Caja de Música', esto es la futura sede de la Simfònica en Nou Llevant es un ejemplo del futuro cambio de esta zona de Palma. La inversión en este lugar ya ha comenzado con el proyecto de edificación de la futura sede.
AYUDAS AL PROYECTO
“Hay un momento en el que se debe parar de debatir y pasar a la acción. Las cuentas se pagan con dinero y debemos aprovechar que la gente quiere venir aquí a trabajar. Cuando creamos un evento y proponemos conferencias, la aceptación es admirable y sabemos de primera mano que hay gente que desea venir aquí a desarrollar sus proyectos, así que hay que luchar como en todos los proyectos para conseguirlo”, aseguran tanto Cristina como Anna.
La gestión de las ayudas es un de los puntos más importantes a tener en cuenta y para ello ponen un ejemplo clarificador. El Evolution Film Festival.
“Para un proyecto como éste el 70 por ciento de las ayudas vienen de fuera. El problema es que la gestión de las ayudas va a según qué contenidos. Nosotras somos ‘catalán friendly’, no lo cuestionamos. El idioma vehicular es el catalán pero también hay gente aquí que no lo entiende o no lo habla y hay que generarles contenidos. El ejemplo del Evolution Film Festival es muy claro: tienen un público muy claro, desarrollan contenidos para ese público y funciona, con mucho esfuerzo pero funciona, porque han identificado las necesidades del público de fuera que también vive aquí y que tiene derecho a acceder a contenidos culturales”.
CULTURA Y CREACIÓN DE RIQUEZA
Desde Think Up Culture saben que la cultura es capaz de generar riqueza. “Las industrias culturales son una de las 10 industrias estratégicas definidas por la Comisión Europea, cuenta con unos números de crecimiento brutales, casi al nivel de las TIC’s lo que pasa que aquí está por tejer. Hay muchísimas iniciativas pero muy pocas generan una economía real además de empleo. Están más relacionadas con proyectos y espacios efímeros con lo que hay que poder medir la capacidad de generar riqueza en otros lugares y desarrollar una estrategia propia y se está trabajando en ello”, afirma rotunda Cristina.
Se prevé la creación de un Instituto de Industrias Culturales y es una buena iniciativa pero para ello se necesita inversión y amplitud de miras a la hora de ofertar cultura al público de las islas, reclaman desde Think Up.
“La foto del tejido industrial que sacan las diferentes entidades en el ámbito público es una foto parcial, es decir, todos los contenidos culturales que se financian o se subvencionan son solo para gente de aquí”, aseguran.
“No hay una oferta cultural para ellos y es un gran porcentaje de la población. Obvio que se debe legislar para que haya contenidos en catalán, es estupendo y hay que priorizarlo pero aquí ya hay gente que vive permanentemente, que paga sus impuestos y para los que no hay una oferta cultural inclusiva”.
SECTORES ASOCIADOS
“Debe ser un trabajo colectivo tanto por parte de las instituciones públicas, por parte de los propios profesionales que nos dedicamos a esto y también por la sociedad y otros sectores económicos como por ejemplo el turístico que al final es el que tiene más importancia”, afirma Cristina Gómez y para ello, cuentan con el apoyo y la iniciativa total de la ATB.
“La industria turística debe ser un motor para otras industrias como por ejemplo la cultural y creativa. Deben ser asociadas”, reclama Anna Aguiló. “La industria cultural interactúa con todos los sectores económicos. La relación con el turismo es una relación de conveniencia, puede generar audiencias para la industria cultural y ahora mismo el tejido cultural propio conectado con las raíces de la isla para ofrecerle al turista que llega es muy limitado”, aseguran.
FEMINISMO EN LA INDUSTRIA CULTURAL Y CREATIVA
Un punto en el que no cabe discusión es en el del papel de la mujer en la industria cultural y en Think UP. “El sector de la cultura es un sector muy femenino y estamos luchando. Hacemos un esfuerzo para que seamos más mujeres en cuanto a conferenciantes por ejemplo y puede parecer discriminación y lo es, pero necesitamos visibilidad y eso cuesta. El tema del ego lo tenemos puesto en otras cosas”, afirma rotunda Cristina.
“Si te fijas, en el cine por ejemplo, los altos cargos, director, productor, realización… son hombres, pero todo lo demás suelen ser mujeres y son el motor de esa película pero la lástima es que los que mandan siguen siendo los hombres y la cultura es un sector en el que debemos ayudarnos para construir sectores más equitativos”.