Tras dos años a medio gas a causa de las restricciones provocadas por la crisis del coronavirus, la temporada turística de este 2022 tiene visos de recuperar la actividad habitual en un destino como Baleares. La afluencia de turistas en Semana Santa parece confirmar esta vuelta a la normalidad por lo que será aconsejable empezar a recuperar también el nivel de servicios y de seguridad que requiere la situación.
Sobre este último asunto ya han empezado a coordinarse la Conselleria de Presidencia del Govern y la Delegación del Gobierno. Ambas administraciones han acordado de momento trabajar conjuntamente ante una temporada que se prevé "especialmente intensa", tanto por lo que se refiere al número de visitantes como a la celebración de eventos y fiestas populares que, también durante la pandemia, quedaron suspendidos.
De momento, se ha acordado insistir ante el Ministerio de Interior para que se otorgue a Baleares un trato preferente a la hora de reforzar las plantillas de Guardia Civil y de Policía Nacional en las Islas durante los meses de verano. Esta presencia es inexcusable, sobre todo, en las zonas de mayor afluencia turística, donde garantizar la seguridad tanto de turistas como de residentes es fundamental.
Hasta que lleguemos a la temporada alta aún hay margen para la negociación, pero la exigencia ante Madrid debe de ser insistente a fin de garantizar con tiempo suficiente que tales refuerzos van a llegar.
La seguridad es un elemento clave a la hora de consolidar un destino líder como son las Baleares y los dos años transcurridos desde el inicio de la pandemia no son una referencia para lo que hay que hacer ante lo que se prevé para este verano en las Islas. Vías de comunicación, puertos, aeropuertos, hoteles, espectáculos, fiestas populares y eventos en general que supongan grandes concentraciones de gente deben poder funcionar o celebrarse sin opciones para la inseguridad.
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