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Reflexiones sobre la relación médico-paciente

miércoles 26 de febrero de 2014, 17:47h

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Una buena relación médico-paciente es posible en un entorno institucional de apoyo donde cada parte desempeñe de manera adecuada sus roles y sus responsabilidades en una toma de decisiones conjuntas. La interacción médico-paciente  se ha ido trasformando desde la autoridad médica paternalista y omnisciente sobre un paciente pasivo a una relación mas equitativa que sigue el principio de la autonomía del paciente.

La importancia de los derechos de los pacientes como factor base en las relaciones clínico-asistenciales es un hecho. El cuidado centrado en el paciente es un aspecto de la relacion médico- paciente que toma en consideración las preferencias, los problemas y las emociones de los pacientes. El ideal de una relación médico-paciente consiste en construir un profundo conocimiento del paciente y sus valores, así como establecer una mutua confianza y un alto nivel de comunicación entre ambos. Es muy importante que el médico explore que es lo q ue espera  el paciente de su condición médica y del sistema de salud en general, así como las implicaciones sociales y económicas que la enfermedad tiene y llegara a tener para el paciente. Clave el establecimiento de patrones de colaboración y confianza mutuas y una adecuada comunicación.
No hay que olvidar que en un contexto interpersonal confortable.empatico y fiable, las medicaciones se nos muestran como un recurso de primera magnitud. Sino generamos este contexto, las medicaciones pueden ser elementos de confusión a pesar de los beneficios que aportan. La medicación, además de una sustancia activa biológicamente, lleva implícita la disponibilidad relacional del profesional siendo su forma de articulación el lugar real donde se dilucida su complejidad. Objetivo: la calidad y la  calidez asistencial  y evitar la deshumanización o “cosificación” del paciente que pierde sus rasgos personales e individuales, prescindiendo de sus sentimientos y valores e identificándole por sus rasgos o etiquetas externas que funcionan como estereotipos despersonalizadores. La autonomía del paciente alcanza su máxima expresión en el consentimiento informado, que es un proceso interactivo  bidireccional entre el paciente y el medico. La relación clínica es una relación de deliberación sobre hechos (diagnostico-pronostico y tratamiento), pero sobre todo sobre valores y deberes.
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