"Baleares no debe crecer sobre la base de más turistas, sino de más valor y eso significa menos recursos, más vida útil de los productos, implementar la tecnología, la mano de obra cualificada y una gobernanza ambiciosa", indica el director de la Fundación Impulsa Baleares, Antoni Riera.
"Si no apostamos por la economía circular nos quedamos fuera del mercado, ya que la sostenibilidad en una palanca clave para ser competitivos", insiste Riera. "Tan solo con la economía circular es posible desacoplar la prosperidad y el bienestar de la necesidad creciente de más recursos".
Según la Fundación Impulsa, este cambio de modelo supondría además la creación de 2.000 empleos directos y de otros 2.000 indirectos en el año 2030.
"NO ES UNA MODA: ES UNA FORMA DE HACER LAS COSAS PARA CONSERVAR EL DESTINO"
Para la responsable de sostenibilidad de Iberostar, Soraya Romero "la circularidad no es un proyecto, ni una moda, sino la forma de hacer las cosas" y es asegurar los lugares de vacaciones ya que la gente "va a un destino, no a un hotel y por eso debemos conservar el destino".
Romero ha destacado los esfuerzos de la compañía para eliminar el uso de plástico en 2020, un consumo de pescados y mariscos más responsable con la salud de los océanos y diversos proyectos para elevar la denominada salud costera, que consiste en la protección de arrecifes de coral, manglares y praderas de algas marinas.
El proyecto de la Fundación Impulsa Baleares para realizar este cambio en el sector cuenta con un presupuesto de 100.000 euros (de los que el 50 por ciento los aporta Iberostar), al que se han sumado 14 empresas del sector entre las que se encuentran Riu, Barceló y THB Hotels.