Hemos vivido una semana de caos total en el campo jurídico y político en nuestro país con una agitación mediática y una reacción contundente por parte de jueces ante las declaraciones de la ministra de Igualdad acusándoles de machistas.
Un mes después de la puesta en marcha de la ley del 'Solo sí es sí' (una nueva imposición ideológica de género) el balance no puede ser más decepcionante. Agresores excarcelados, reducciones de condenas, víctimas que se sienten de nuevo ultrajadas, mujeres más inseguras, jueces enfadados, y una gran trifulca política y mediática
Sin embargo, un mes después de la entrada en vigor de la ley, si hay alguien perjudicado por ella son las mujeres, y quienes paradójicamente han salido beneficiados son los agresores. Según pasaban los días, aumentaba el goteo de peticiones de revisiones de condena por agresiones sexuales, y, según pasaban los días, también se conocían las sentencias de los jueces reduciendo las condenas e incluso firmando la excarcelación de algunos agresores.
Y lo más grave de todo esto es que se ha reabierto el dolor de muchas mujeres y la inseguridad de millones de ellas.
Es incomprensible que se eche la culpa a los jueces (muy típico de los progres cuando las cosas les vienen mal dadas). En cualquier caso, habría que echar la culpa a esta ley , propuesta y aprobada para seguir imponiendo una ideología que persigue todo lo que no se ajuste a su vetusto lenguaje.
Con este bodrio de ley, quienes agredan a partir de ahora podrían favorecerse de una menor condena. Pero quienes, ya de hecho, se han beneficiado, han sido las personas condenadas con una sentencia firme.
Lo que no se entiende es que no se haya dictado una disposición transitoria para señalar que no se pueden acoger a la nueva ley los delincuentes ya juzgados. Esta es la chapuza de una ministra y un ministerio de igual-da lo que se haga mientras se manipule a una ciudadanía cada vez mas subvencionada y, por tanto, cada vez mas dependiente del estado.
Además, se confirma la sospecha de que se ha legislado con prisas y sin atender al consejo de los expertos ni de los técnicos. Sospecha que se extiende a la futura 'ley trans', que se está tramitando con urgencia y con fuertes críticas de colectivos feministas, familias y especialistas.
Desde el poder ejecutivo y legislativo no se pueden hacer chapuzas con las leyes, ya que estas son una garantía para nuestra democracia y el Estado de Derecho, y si legislas mal, con prisas, sin tener en cuenta los aspectos técnicos, acabas perjudicando al ciudadano.
Las leyes no son un juego, es una cuestión muy seria; no es un mitin, ni un eslogan electoral y de campaña. Hay que dejar de lado las ideologías a la hora de legislar, porque si no las leyes no pueden velar por los derechos y el bien común de los ciudadanos.