Según estos datos, el radar con más actividad en la comunidad balear es el situado en el kilómetro 9,6 de la autovía EI-600, entre Sant Antoni y Vila de Eivissa, con una recaudación récord de 4.823.200 euros durante todo el año 2019. Le sigue el radar instalado en el punto kilométrico 15,5 de la MA-1, autopista de Poniente en Mallorca, entre Palma y Santa Ponça, que recaudó un total de 2.471.400 euros. Ambos radares -instalados en zonas turísticas y de gran afluencia de tráfico durante todo el año- representan algo más del 81 por ciento de toda la recaudación contabilizada por radares fijos en tramos de carreteras de Baleares durante 2019.
El radar fijo en la Via de Cintura de Palma suma sanciones por 650.100 euros, prácticamente el doble de lo recaudado por el radar del kilómetro 50 de la MA-2200, de Sa Pobla a Pollensa y que ocupa el cuarto puesto en el ranking en Baleares.
PART FORANA Y ZONAS TURÍSTICAS
Con 165.200 euros recaudados, sigue el radar instalado en el kilómetro 5,2 de la MA-4020, de Manacor a Portocristo; y con 137.700, el ubicado en el kilómetro 8,9 de la MA-19, autopista del Llevant. El radar de esta misma vía en el kilómetro 30 impuso sanciones por valor de 83.500 euros.
La Ma-13, autopista de Inca, tiene dos radares que en 2019 recaudaron casi 167.000 euros entre los dos. El radar La MA-12 en la Bahía de Alcúdia detectó infracciones por valor de 87.100 euros. Por último, el radar en la carretera de San José en Ibiza recaudó 58.100 euros.
En el conjunto del país, la recaudación total por multas de radares fijos y de tramos -sin incluir los móviles- fue inferior en 2019 a la de años anteriores. De hecho, en 2018 los ingresos ascendieron a un total de 226.763.200 euros, mientras que en 2017 se recaudaron 223.409.150 euros.