Siento que lo que voy a decir es como si en la boda, al preguntar si alguien tiene algo que decir, uno se pusiera a contar lo que sabe. Corro el riesgo de que me apedreen, precisamente hoy. Pero, me da igual: creo que hoy tenemos otro motivo más para no gastar 60 millones de euros en una televisión autonómica que no tiene audiencia ni sentido. Hoy, cuando se marcha el director general, volvemos a ver el absurdo de una estructura que sólo sirve para dilapidar.
Ustedes verán: IB3 alimenta a mucha gente. 60 millones dan para mucho. Por eso van a ver pocas críticas. Pero si fuéramos sensatos, pondríamos fecha de cierre, de clausura. Pero no. Hay bastante para comer aún.