Qué es y qué no es Balears
sábado 28 de febrero de 2015, 19:28h
Hoy es el Dia de les Illes Balears, festividad autonómica que conmemora la entrada en vigor del Estatut d’Autonomía de 1983 y cada año pasa con más pena que gloria entre actos institucionales, a menudo fríos y desangelados. Más allá de la celebración oficial en La Llotja de Palma, de los discursos políticos y de los premios y reconocimientos que se otorgan, merece la pena reflexionar sobre lo que es y sobre lo que no es Balears.
Tras 32 años de autogobierno, Balears continúa siendo una entelequia como elemento de identificación de los ciudadanos al territorio político. Será difícil, a la vista de la realidad de las cosas, que cale en los habitantes de baleares un sentimiento de pertenencia superior al que sí tienen efectivamente con respecto a su isla de origen y residencia. En este sentido, hay que reconocer los esfuerzos que se han hecho –nunca muy intensos ni acertados, como es de ver– han sido estériles.
A decir verdad, el Dia de les Illes Balears no pasa de ser una consecución de jornadas de puertas abiertas en edificios oficiales, unas cuantas colles de xeremiers, carreras de trot en Son Pardo, el imprescindible mercado artesano en los alrededores del Consolat de Mar y poco más. Los ciudadanos de Balears siguen sin considerarse como tales, sino como mallorquines, menorquines, ibicencos y formenterenses. Y no habiendo un sentimiento de pertenencia común a un pueblo, sino a cuatro distintos y con personalidad diferenciada cada uno al margen de los demás, todo acto que se lleve a cabo para reivindicar una identidad balear acaba pareciendo artificial y forzado. Esto no significa que no haya que hacerlos, pero sí hay que poner de manifiesto la necesidad de ir un paso más allá y trabajar para cohesionar a todos los ciudadanos de baleares de modo que tomen conciencia de su pertenencia a un ente histórico, político y administrativo con historia, idiosincrasia y lengua propia y común a todos. No es tarea de un día, ni de un partido, sino de todos. Hay que tomar conciencia de lo que somos y sólo después podremos reivindicarlo y sentirnos orgullosos de ello.