El Concejal de mobilidad de Palma Joan Ferrer, ha comunicado que en breve los conductores de autobuses serán considerados una autoridad. Parece ser que han recibido un curso para saber atajar situaciones de vandalismo o incluso de violencia de género.
Que el fin sea noble, no puede justificar el hecho de que a una plantilla de conductores de autobús se les dé unas atribuciones que están muy lejos de su cometido, porque entre otras cosas, un cursillo no suple una formación que debería ser tomada muy en serio, ya que puede haber extrallimitaciones y confusión en las que determinado conductor puede apreciar como una falta a su “autoridad” comportamientos que no lo son.
Médicos, profesores, ahora conductores de autobús son y serán autoridad, propongo que en breve lo sean también los carteros, los barrenderos o los que ponen las luces de Navidad, porque al estar en la calle todo el rato también pueden ver conductas sospechosas y denunciarlas. Después nos podemos preguntar para que sirve la policia o si puede ser sustituida en las barriadas por comites de defensa o círculos. También porque no se les dá una oportunidad a los superhéroes o justicieros de la ciudad, porque se supone que están mejor preparados para estas tareas.
De verdad que no quiero banalizar las graves situaciones que se dan a diario por incivismo y violencia gratuita, pero el poner a más gente a denunciar sin preparación y a discreción no me parece la solución. La educación en las escuelas puede ser la respuesta, la profesionalidad y empatía en todos los ámbitos también, pero sino sólo nos faltará poner cámaras en todas las calles apuntando a los balcones para vigilarnos a ver si nos comportamos bien y sobre todo si nos comportamos con arreglo a las normas del político que manda.
Sómos adultos y tenemos derecho a nuestra libertad, porque han pensado estos magníficos políticos quien defenderá a los ciudadanos de estos centenares de autoridades nuevas cuando se equivoquen o extralimiten, porque cuando más gente hay en un colectivo más posibildades hay de que haya mazanas podridas, vamos por poner un ejemplo, es cómo en política, con el ratio tan elevado que tenemos de políticos en España es normal que haya la corrupción que hay, pués no tengo ganas de que eso pase con las “autoridades” de nuevo cuño.
Les recuerdo que por encima de todo están los derechos fundamentales de los españoles y eso no se lo quiero dejar a aficionados.