Punto y final a las obras de contención de los taludes de Formentor

Además de Sevillano, también han estado presentes en esta visita la directora insular de Infraestructures del Consell de Mallorca, Olga Martínez, y la concejala delegada de Port de Pollença, Bianca Aguilar.

Según Sevillano, el propósito de esta obra ha sido "anticiparse a la posibilidad de que se produzcan desprendimientos en la zona, con el riesgo que esto supondría para la gente. Por tanto, se ha actuado antes, consolidando y protegiendo los taludes con la implementación de pantallas y otros elementos de sustentación y seguridad necesarios para proteger el entorno de la carretera Ma-2210 de deslizamientos y desprendimientos rocosos de la vertiente. De esta forma, se ha logrado dar mayor seguridad a la vía y a los usuarios".

SEVILLANO: "EL TEMPORAL HA DEMOSTRADO LA EFICACIA DE ESTAS OBRAS"

El conseller ha subrayado que esta actuación, finalizada hace dos semanas, "no se ha podido concluir en mejor momento, ya que el reciente temporal nos ha permitido comprobar su eficacia, habiendo sido posible contener la inmensa mayoría de los desprendimientos que se produjeron".

El departamento de Mobilitat i Infraestructures había realizado un seguimiento durante los últimos años de los problemas ocasionados por la caída de bloques rocosos a lo largo de la carretera Ma-2210, una zona montañosa con laderas y acantilados de más de un centenar de metros de altura en algún tramo, entre los kilómetros tres y seis.

El terreno, por sus características, hace que sistemáticamente se produzcan deslizamientos rocosos, en especial en períodos de lluvias intensas. En muchas ocasiones, estos llegan a la carretera, provocando afectaciones al tráfico por bloqueos de calzada, impactos en elementos de la carretera y una disminución de la seguridad para los vehículos que circulan por ella. Todas estas incidencias se han pretendido evitar en el futuro mediante esta actuación.

SENSORES DE TELEDETECCIÓN

Dentro de este mismo proyecto, se han instalado dos sensores para la teledetección y control remoto de posibles desprendimientos para que las pantallas puedan ofrecer constancia de estas incidencias. Según Sevillano, "de esta forma no sólo se protege la carretera, sino que se podrá tener controlado el trazado de forma digital y en cualquier momento".

Otras de las actuaciones que se han llevado a cabo ha sido la instalación de pantallas metálicas de distintas alturas, de entre dos y cinco metros, con capacidad de absorción de energía por impacto (de 100 a 3.000 kilojulios) para proteger un total de 440 metros lineales de carretera.

REDES DE CABLE DE ACERO

A estas intervenciones, cabe añadir la instalación de redes de cable de acero ancladas en el terreno, geomallas y mallas metálicas de triple torsión para proteger una superficie total de taludes de 2.122 metros cuadrados.

La ejecución de las obras se ha prolongado por espacio de cinco meses, con un presupuesto algo superior a los 400.000 euros (410.762,32).

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