Proteger el comercio tradicional

En calidad de Presidenta de la Asociación más representativa del pequeño comercio de Mallorca, me veo en la necesidad de expresar mi preocupación ante la proliferación de nuevas ampliaciones de centros comerciales y la creación de otros nuevos en nuestra comunidad. Defendemos con firmeza el comercio mediterráneo de pequeños comercios, una forma de vida y economía que se ve amenazada por la expansión de estas grandes superficies.

Recientemente, tuve la oportunidad de reunirme con una autoridad para exponer nuestras inquietudes. Sin embargo, me encontré con una respuesta sorprendente y desalentadora. La autoridad en cuestión parecía no entender la gravedad de la situación, argumentando que la instalación de nuevos centros comerciales sería beneficiosa para nosotros. No entienden que el comercio lucha por su subsistencia; no somos grandes corporaciones, pequeños cambios suponen el cierre de muchos comercios.

El comercio mediterráneo que defendemos, caracterizado por sus pequeños negocios familiares, ha sido durante generaciones un pilar de nuestra economía local. Estos establecimientos no solo ofrecen productos y servicios únicos, sino que también generan empleo y promueven el desarrollo de la comunidad. La experiencia nos ha demostrado que la llegada de estas grandes superficies conlleva el cierre de tiendas de barrio, la desertificación de las calles comerciales tradicionales y, en última instancia, la pérdida de nuestra identidad cultural. Cada empleo generado por los centros comerciales destruye tres en el pequeño comercio.

Nuestro objetivo no es frenar el progreso, sino promover un desarrollo que respete y potencie nuestras raíces. Apostamos por políticas que apoyen a los pequeños comercios, fomentando su modernización y adaptación a los tiempos actuales, sin perder su esencia. La digitalización, la promoción de productos locales y el turismo son vías que debemos explorar para revitalizar el comercio mediterráneo.

Hacemos un llamamiento a las autoridades y a la ciudadanía para que se unan a esta causa. Es vital entender que la defensa del comercio local no es solo una cuestión económica, sino también cultural y social. Mantener vivas nuestras calles comerciales tradicionales de cada pueblo, de cada barrio, de cada ciudad es preservar nuestra historia y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.

Aboguemos juntos por un comercio mediterráneo de pequeños comercios, una opción que garantiza la diversidad, la sostenibilidad y la prosperidad local.