PP de Palma: "La previsión de ingresos esconde una subida de impuestos"

Además, ha calificado de “castigo para el bolsillo” la intención del Pacte de recaudar 20 millones de euros en multas durante el año próximo lo que, “si solo hablamos de posibles sanciones de tráfico de 100 euros, supondría someter a los palmesanos a un un promedio de 548 multas diarias durante los 365 días del año”. Este hecho, en su opinión, demuestra que “lo que realmente se esconde bajo Palma Camina no es la pacificación del tráfico sino el implacable afán recaudatorio de Hila”.

Por ese motivo, el líder de los populares palmesanos considera que el alcalde de Palma “no solo ha perdido el contacto con la realidad de nuestra ciudad sino que ha olvidado que una de las funciones del ayuntamiento ha de consistir en sensibilizar a los ciudadanos en el cumplimiento de las normas y no amedrentarles con medidas de persecución, como pretende”.

Así, Martínez ha lamentado la “insensibilidad de Hila y su desconocimiento de la realidad que vive Palma porque se ha dedicado a cuadrar los presupuestos de Palma con la creencia de que los ciudadanos son muy incívicos, y por otra parte, no está planteando ningún alivio fiscal en unos momentos en los que se han agudizado los efectos de la crisis económica con la escalada del precio de la electricidad, los carburantes y la cesta de la compra”.

Para Jaime Martínez, Hila, con un 170% más de asesores y altos cargos, “es ajeno a las penurias por las que atraviesan los ciudadanos, comerciantes y restauradores y nos ha dado sobradas muestras de su voracidad recaudatoria a lo largo de estos dos últimos en los que ha subido el billete del bus convirtiéndolo en uno de los más caros de España, las tarifas de los aparcamientos, la tasa de licencias urbanísticas, las tarifas de la funeraria y todo apunta a que en breve subirá el recibo de la basura”.

El líder de los populares ha concluido indicando que, a espera de un examen más detallado de las cuentas de Cort para el ejercicio de 2022, los presentados por Hila “son unos presupuestos ficticios y sujetos a futuribles que basan el crecimiento en ingresos hinchados, ya sea castigando a los ciudadanos con un incremento en el número de multas o fiándolo a la actividad de la construcción cuando la realidad es que los problemas de abastecimiento están obligando a muchas promociones inmobiliarias de nuestra ciudad a echar el freno”.

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