Según ha indicado el PP en una nota, “la prioridad de la izquierda es prohibir, decrecer y poner trabas”, por lo que “sin suelo urbano disponible, seguirá el encarecimiento”.
El portavoz del PP en el Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha asegurado que "en vez de ayudar a los ayuntamientos a adaptar las normas urbanísticas de sus municipios, les exigen más burocracia y más cambios normativos, generando inseguridad jurídica, escasez de suelo y dificultando el acceso a la vivienda”.
Galmés ha acusado al Consell de aprovechar "el encargo de modificar puntualmente los falsos urbanos para hacer una revisión sustancial del Plan introduciendo de manera encubierta una reducción del crecimiento e incorporando criterios subjetivos como son el paisaje y el cambio climático cuando tendrían que ser claros para dar seguridad al ciudadano”.
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