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La patronal de empresas de software de Baleares, GsBIT, ha acusado al Govern de ?falta de transparencia y malas prácticas? por no ofrecer información a una de sus empresas sobre el sistema de pagos por trabajos a realizar.
La patronal envió al presidente Bauzá una carta el pasado viernes, en la que detalla la situación del sector y le achaca varios despropósitos. Según explicó a mallorcadiario.com el gerente Francisco Martínez Górriz, nadie se ha puesto en contacto aún con ellos a pesar de las acusaciones que contiene.
El firmante de la misiva es el presidente de la asociación, Martín Millán Llull, que indica que dicha firma ?fue recientemente adjudicataria de una licitación pública de la CAIB para el suministro de equipos informáticos a la Conselleria de Administraciones Públicas. Tras la satisfacción por haber sido adjudicatarios del contrato, llegaron las incertidumbres y preocupaciones por la ausencia total de previsión sobre los plazos de pago del mismo?.
Según relatan en la carta, ?después de numerosos intentos de contacto con la Dirección General del Tesoro y Política Financiera, por diferentes vías, para intentar solventar esta penosa situación no hubo respuesta alguna. Esta manera censurable de proceder ya se califica por sí misma y se suma a otras malas prácticas con el mismo origen, por ejemplo, la ausencia de transparencia, otra vez, en cuanto a los criterios de pago de las facturas pendientes del Govern Balear, al haber constatado desde nuestra asociación que, en igualdad de condiciones, unas facturas se pagan y otras no, no se sabe muy bien por qué razón o criterio, o por la falta de ambos, transmitiendo una sensación de arbitrariedad y falta de profesionalidad difícilmente justificables en estos momentos?.
Volviendo al caso particular, ?la consecuencia de todo lo antes relatado ha sido la inevitable renuncia al contrato. La responsabilidad que la legislación vigente atribuye al administrador de una empresa en relación a la adecuada gestión de los recursos de la misma, exige no ponerla en riesgo de supervivencia, y aceptar un contrato, teniendo que adelantar los gastos vinculados a su ejecución, sin conocer ni cómo ni cuándo se realizará el pago del contrato adjudicado, podría desembocar en una falta grave del administrador por el elevado riesgo de falta de liquidez. Con la necesidad de conseguir proyectos que, en general, existe, es incomprensible, a la vez que inadmisible, que una empresa se vea obligada a renunciar por las incertidumbres financieras generadas desde la propia administración?.
Según explicó el gerente a este digital, el contrato sumaba 35.000 euros, y consistía en proporcionar ordenadores, que debían ser pagados anticipadamente por la empresa en cuestión, lo que le suponía un gran riesgo, imposible de asumir.