Tanto Convergència per les Illes como la Lliga Regionalista siguen dando vueltas al panorama del nacionalismo conservador mallorquín de cara a las elecciones autonómicas, insulares y municipales de 2.015. Cada uno a su manera, Josep Melià y Jaume Font, estudian recorridos para que este segmento de la sociedad se convierta en la tercera fuerza política en las islas.
Pero tanto uno como otro saben que muchos de los caminos estudiados acaban en cortocircuito. Fuentes de Convergència, por ejemplo, han explicado a mallorcadiario.com que el deseo de muchos es la unión con el partido de Jaume Font ante la falta de liderazgo de Melià. Pero a Font tampoco lo quieren como líder. En cambio, en la Lliga hay no pocos concejales de la Part Forana que amenazan con desertar si hay un acercamiento al partido de Melià.
En una cosa sí hay una cierta coincidencia en ambas formaciones: hay que estar atentos a los movimientos de Antoni Pastor. No todo el mundo en la vida nacionalista conservadora extraparlamentaria vería mal sumarlo -algunos para liderarlo- para el proyecto.
