Los policías del incendio en Cas Capiscol: "Arriesgamos nuestra vida"

"Pasó todo muy rápido", explica uno de los agentes que tuvo que ser trasladado al hospital tras lo ocurrido: "Me ahogaba, me ardía el cuello y tenía muchas ganas de vomitar". Él es Tomeu Barceló, que junto a sus dos compañeros, Pablo González y Tomás Carracedo, intervinieron en el incendio del jueves en un piso situado en la carretera de Valledemossa, provocado por un electrodoméstico.

Cuando la vivienda empezó a arder, los tres agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, se encontraban cerca de la vivienda. "Entró por la emisora que había un incendio a unos 500 metros, y solicitamos intervenir de forma inmediata", explica Pablo González.

Ellos fueron los primeros en llegar, y entraron al domicilio "a patadas, rompiendo la puerta" y una vez ahí "fue todo rodado": uno de ellos, el agente Barceló, se dirigió hacia la cocina con el extintor para intentar contener el incendio, por lo que resultó gravemente herido por inhalación de humo: "He estado doce horas recibiendo oxígeno".

Mientras, González y Carracedo se dirigieron a gachas hacia la habitación donde se encontraban las tres personas: un hombre y una mujer de 64 y 54 años, y una anciana de 88 años con movilidad reducida. Los agentes explican que en el piso "no se veía nada" y que llegaron hasta las víctimas "siguiendo sus gritos de auxilio".

Con una linterna e intentado respirar lo menos posible, consiguieron sacar al rellano, también a gachas, al hombre y a la mujer, quien se encontraba muy preocupada y no paraba de recordar a los agentes que su madre "no podía caminar".

Minutos más tarde, empezaron a llegar el resto de equipos de emergencias, quienes inmediatamente atendieron a la pareja. Tras ello, intentaron salvar a la anciana: Tomás Carracedo fue quien la llevó en brazos "para que inhalara el menor humo posible". "En un primer momento queríamos esperar dentro, pero fue imposible", explican.

González cree que lo importante siempre es "valorar los riesgos", y destaca la coordinación del equipo durante el rescate: "Arriesgamos nuestra vida dentro de un límite, siempre con cabeza y con sensatez, gracias a los conocimientos que adquirimos en los cursos de formación".

El policía que sacó a gachas a la anciana, Tomás Carracedo, destaca también la actuación: "Cada uno de nosotros tuvo su rol, lo que teníamos claro es que había que salvar a las tres personas" .

González y Carracedo intentaron sacar a la anciana entre los dos, pero "hubiese supuesto tropezar e ir más lentos, y se elevaba el riesgo. Decidimos salir enseguida porque el incendo iba a peor", explican.

La mujer, de 88 años y sin poder caminar, dejó sorprendidos a los agentes: "Lo hizo perfecto, se encontraba muy tranquila; apenas tuvo que recibir ayuda de los servicios de emergencia".

Tomeu Barceló, quien ya ha recibido el alta médica, explica que apenas recuerda el tiempo que estuvieron dentro. "Hasta que no se te pasa la adrenalina no empiezas a notar los efectos de la intoxicación", explica también González.

"No somos especiales, simplemente somos policías". Pablo González agradece los cursos recibidos poque cree que aunque "el instinto de la calle y la impulsividad lo tenemos siempre, con estos cursos ganamos sensatez e interiorizamos conocimientos que a la hora de actuar ayudan mucho".

Los tres agentes son los protagonistas de esta historia, pero han querido recordar con humildad que "cualquiera perteneciente a los cuerpos de policía lo hubiese hecho".

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