El pasado día 3, a las 10.30 horas, el Policía Nacional Juan Martos estaba fuera de servicio y disfrutaba de su tiempo libre dando un paseo con su mujer y su hijo pequeño por las inmediaciones de la calle Aragón de Palma cuando comenzó a escuchar gritos y a observar un gran revuelo. No se lo pensó ni un segundo, dejó a su esposa al cuidado del bebé y corrió hacia el lugar en el que acababa de ser atropellada por un camión de Emaya una mujer de 76 años. Al llegar a ella, se encontró con un panorama sobrecogedor. La anciana estaba tendida en el suelo, había sangre por todas partes y, lo más grave, tenía el pie izquierdo amputado y la pierna derecha totalmente aplastada. “No soy un héroe. En ese momento de tensión, la verdad que actué rápidamente sin pararme a pensar; vi que sangraba abundantemente y se me ocurrió hacerle un torniquete ya que acababa de realizar un curso de primer interviniente”, explica a mallorcadiario.com.
Tras hacerle el torniquete, se concentró en que la mujer no perdiera el conocimiento hasta la llegada de los servicios sanitarios. “Lo sorprendente es que estaba consciente, respiraba, estaba tranquila y no se quejaba”, expone Martos, que trabaja habitualmente en la zona de Es Born.
El marido de la víctima estaba a su lado cuando el camión de Emaya la atropello. “Fue testigo del accidente, pero hasta que no retiraron el camión y vio el alcance de las lesiones de su esposa no fue consciente de lo que pasaba y sufrió un shock”, comenta. En ese instante, se ocupó de colocarlo en posición de seguridad para que fluyera su respiración hasta que fue atendido por los servicios sanitarios.
Gracias a la formación en primeros auxilios, la intervención de Juan Martos fue clave. “Es muy necesario tener nociones básicas de primer interviniente porque muchas veces somos los primeros en llegar y hay que saber cómo actuar”, apunta este héroe de la Policía Nacional.