La polémica desatada por la decisión de la Comunidad de Madrid de sacrificar al perro de la enfermera ingresada por ébola, sigue creciendo al ritmo que se conocen detalles al respecto.
Investigadores y veterinarios y asociaciones en defensa de los animales, se han enfrentado en un cruce de acusaciones y de argumentos a favor y en contra, sin que de momento se haya tomado una decisión en firme.
Aunque inicialmente muchos grupos animalistas se posicionaron en contra, grupos de epidemiólogos y veterinarios han advertido que la situación es compleja, ya que a pesar de que no se ha constatado ningún contagio directo, si que hay evidencias de perros que tienen anticuerpos que de momento no han desarrollado.
A partir de esta situación, se ha solicitado que el perro sea internado y aislado para llevarle a cabo las pruebas necesarias para descartar la más mínima posibilidad de contagio del virus.
El propietario del can ha cedido al mismo a la asociación Mascoteros Solidarios a la espera de que se llegue a un acuerdo al respecto del animal.