Cort dice que modificará la ordenanza actual para hacer frente al incivismo en esta zona pero parece que a ustedes no les convece.
Es que creemos que no va a servir para nada, llevamos años diciéndoles que no pierdan energías en modificar ordenanzas. La experiencia -y yo llevo 30 años en ésto- nos dice que las modificaciones de ordenanzas no sirven de nada. Todo es mejorable, pero esa no es la cuestión.
¿Por qué?
Porque el problema es la precariedad de las dotaciones de Policía. Ellos se amparan en que el punto y la coma del artículo no sé qué les impide aplicarla. Los trileros, la venta ambulante, las prostitutas que no son tal sino ladronas, los que nos venden latas de cerveza a un euro por la playa, los masajistas, etc. no necesitan de ordenanzas extraordinarias.
¿Falta de voluntad política para acabar con ésto?
Claro. Necesitamos compromiso de verdad para sanear Playa de Palma y eso pasa, sí o sí, por más policías para hacer cumplir la normativa. El botellón en esta zona es muy singular: son solo extranjero y van con cubos y pajitas. Pero mire, hay comercios con expositores en cada esquina. Nuestra asociación ha intentado buscar soluciones: en 2004, por ejemplo, pagamos tanquetas de Emaya con riego por aspersión para levantar a la gente del muro, pero no funcionó porque en verano, todo se seca en cinco minutos. Después repartimos carteles con imágenes de "prohibidos estos cubos" y los comercios que los vendían, delante, a pleno rendimiento. Al final, lo más eficiente fue poner una pareja de policías acompañados de un traductor alemán pero al llegar esta legislatura, Angélica Pastor, volvió a meter el riego por aspersión y el año pasado no hizo nada.
Aunque no estén de acuerdo, Cort dice que la cambiará. ¿Cree que llegarán a tiempo para esta temporada?
Llevamos un año perdido en la redacción y luego no se podrá aplicar por falta de efectivos porque no lo han hecho con la que ya tenían.
Los números son los que son y desde Cort dicen que si mueven todos sus agentes a Platja de Palma, dejan al Centro sin ninguno.
En un ayuntamiento en el que una de las principales fuentes de ingreso es una zona turística como Platja de Palma, digo yo que habría que cuidarlo. No nos pueden decir que no se desplazan a Platja de Palma porque se los quito a Son Gotleu. Allí habrá conflictos pero el refuerzo en Platja de Palma, dada la afluencia de gente, es evidente. Pasa lo mismo en Calvià con Magaluf. Usted está viviendo de esa zona y no es normal pasar el verano igual que el invierno. Delitos siempre habrá, pero hay que actuar.
Luego están los ilícitos competencia de la Policía Nacional.
Ese es otro toma, la falta de coordinación y distanciamiento entre ambos Cuerpos. La Nacional solo trae los agregados que vienen de la Península para cubrir las plazas de los que se van de vacaciones de aquí, y que además no conocen el territorio ni la problemática. Hace 20 años, cuando empezaba a participar en reuniones, me lo creía todo. Ahora ya no. Y más cuando te reconocen en privado “no tenemos gente”.
¿Creen que ofreciendo un ocio de nivel, en ciertos locales, a ciertas horas, a un cierto precio (más alto) ésto cambiaría? Los hoteles, o al menos una importante parte de ellos, apuestan por la subida de categoría?
Hay una estrategia del sector hotelero en contra de unos establecimientos muy concretos, el Megapark y el Bierkönig, para apuntarlos como responsables de todo lo malo que pasa en Playa de Palma. No lo comparto. Hace dos semanas envíe un escrito a la regidora Joana Maria Adrover para que vuelva a convocar la Comisión de Turismo de Playa de Palma porque todos tenemos que asumir la parte de culpa que nos corresponde. Los hoteleros también alojan a este tipo de turistas. Me hace gracia cuando nos critican por hacer “happy hours” -que ya no lo hacemos- cuando ellos también lo hacen a su manera: si reservas en febrero tus vacaciones de julio, te dan gratis una semana. O como cuando te critican cuando hay establecimientos con Todo Incluído que fomentan las borracheras desde el mismo hotel. Esta estrategia al ayuntamiento le va fenomenal,pero todos debemos hacer autocrítica. En nuestras salas y establecimientos tenemos asignaturas pendientes, por supuesto.
Por ejemplo, no dar más alcohol a alguien que ya viene pasado.
Yo puedo hablar de las grandes porque son las que represento. Nosotros estamos obligados a tener controladores de ambientes interno y controladores de acceso, que son profesionales que han pasado un curso y saben actuar en situaciones conflictivas. Si somos conscientes de que hay alguna práctica no recomendable, nosotros lo ponemos en conocimiento del empresario y le pedimos que reconduza la situación. Pero es que hay establecimientos sin licencia, que están haciendo de discoteca, y no se nos puede meter a todos en el mismo saco. Yo le aseguro que si los turistas que nos traen los hoteleros fuesen otros -más mayores y tranquilos- en el MegaPark haríamos los mejores Dry Martinis de todo Mallorca. Somos profesionales de la hostelería y nos adaptamos.
La crítica va también a su oferta de baja calidad dentro de su sector: 2x1, Happy Hours, Afterhours...
Afterhours está prohibido.
Pero se hacen.
Sí, pero nosotros los denunciamos. Y resulta que cuando lo hacemos, es Cort el que se cruza de brazos. Le trasladamos a la Administración todas las quejas de nuestros empresarios por la oferta desleal que sufran y ni nos contestan. A mí, como patronal, me resulta muy difícil decir al empresario que hemos comunicado esa competencia desleal y que el Ayuntamiento ni ha abierto expediente. En febrero de 2016 entregamos a Cort documentos -flyers, pantallazos de redes sociales- de todos los establecimientos en el municipio de Palma que llevaban una actividad ilegal: eran 47. Aún espero resuesta. Uno de los pocos que nos han contestado es para decirnos que no han constatado actividad, y les hemos tenido que volver a enviar todos los flyers. O como con la venta ambulante: les avisamos cuando ocurrem, les damos hasta las matrículas de las furgonetas que dan avituallamiento, y no hacen nada.