"Es una burrada". Así de contundente se manifiesta
Alfonso Robledo, presidente de PIMEM Restauración, a mallorcadiario.com sobre la norma que prohíbe rellenar las aceiteras y que entrará en vigor el próximo 1 de enero.
"No podemos acatarla. No es cuestión de que no queramos, es que los empresarios restauradores ya estamos suficientemente ahogados por impuestos y baja recaudación. Con esta ley, el precio del aceite se nos va a disparar y no podemos afrontarlo. Es
totalmente inasumible", explica.
Además, apunta a que muchos de ellos ya tienen compradas muchas garrafas -"porque tiramos de ofertas"- y dada la fecha,
se desperdiciarían litros y litros."Nosotros estamos a favor de que el cliente conozca todos los datos del aceite que va a consumir. Se puede poner una etiqueta que describa sus características y procedencia", añade Robledo. "Es más, si lo exigen por calidad del consumo, lo que deberían hacer es mandar más inspectores de Sanidad. Nosotros no tenemos problema en ésto", concluye.